Playa de los Pescadores de Punta del Diablo, Rocha
Los vecinos de Punta del Diablo, en Rocha, han expresado su firme oposición a un proyecto de adoquinado que se llevará a cabo en el centro del balneario. En un comunicado, denunciaron que el inicio inminente de esta obra se ha realizado sin la debida consulta ciudadana ni un estudio de impacto ambiental que evalúe las repercusiones que puede tener sobre el ecosistema local.
El proyecto, promovido por la Intendencia de Rocha, ha levantado serias alarmas en la comunidad, ya que se prevé que afecte directamente a la playa de Los Pescadores. Los residentes temen que esta intervención contribuya a la erosión costera y agrave los problemas de saneamiento que ya aquejan a la zona. “El adoquinado puede alterar drásticamente el equilibrio natural de la costa, potencialmente acelerando su deterioro”, señalaron desde la comunidad.
Los vecinos han criticado la falta de acceso a la información relacionada con el proyecto, así como la exclusión de la comunidad del proceso de toma de decisiones. “Es inaceptable que un proyecto de esta magnitud se imponga sin considerar nuestras preocupaciones y sin evaluar los daños ambientales que puede ocasionar”, expresaron los representantes del sector.
Alejo Umpiérrez, exintendente de Rocha, defendió la obra argumentando que busca embellecer el área y crear un circuito turístico atractivo. Sin embargo, sus afirmaciones parecen desestimar el impacto ambiental que podría resultar de un cambio tan significativo sin los correspondientes estudios de impacto.
OTRA VEZ ROCHA
️Pobladores y vecinos de Punta del Diablo resisten la colocación de adoquines en la calle principal del balneario (desde la comisaría hasta la Prefectura).
La iniciativa, de la Intendencia de Rocha, no cuenta con estudio de impacto ambiental del ministerio,… pic.twitter.com/tcdI4ZfSTx
— Eduardo Preve (@EPreve) November 7, 2024
Además de las implicaciones de erosión costera, los vecinos han manifestado que el proyecto carece de la autorización ambiental necesaria antes de su ejecución. A pesar de haber denunciado la situación ante el Ministerio de Ambiente el 2 de octubre, no se han tomado acciones pertinentes hasta la fecha.
El actual intendente, Nicolás García, está afín a la idea de Umpiérrez y asegura que la obra no requiere autorización ambiental, lo que ha intensificado la incredulidad y frustración de la comunidad, que solamente se enoja más y más con la idea.
La falta de un sistema adecuado de drenaje y saneamiento en la zona es otro factor de preocupación. Los residentes subrayan que la inexistencia de una infraestructura adecuada para gestionar las aguas pluviales y residuales ha causado serios inconvenientes, y cualquier nueva intervención que no aborde estos problemas podría agravar aún más la situación existente.
El descontento de la comunidad se ha manifestado de manera activa, culminando en una protesta el 7 de noviembre, cuando vecinos bloquearon la llegada de adoquines y la operación de maquinaria pesada en el área. Este conflicto pone en evidencia una creciente tensión entre las iniciativas de desarrollo y la defensa del medio ambiente, un dilema que muchas localidades enfrentan hoy en día.
Mientras los vecinos continúan su lucha, el futuro del adoquinado en Punta del Diablo depende de la voluntad de las autoridades para considerar las preocupaciones relacionadas con el impacto ambiental y el bienestar de sus habitantes.
