A diferencia de décadas anteriores, las bodas de invierno han pasado de ser una rara avis a convertirse en una constante. Cada vez más parejas se suman a la tendencia de casarse en los meses más fríos del año. El reto no es otro que disfrutar de la estación cercana a la Navidad con todos los invitados, sin miedo al frío o la lluvia y especialmente en espacios interiores acondicionados para la ocasión.