Las elecciones en Estados Unidos de 2024 han dejado varias sorpresas, pero ninguna tan impactante como el cambio de tendencia en Starr County, Texas. Este condado, ubicado en la frontera México-EE. UU., es uno de los más latinos de la nación, con un 97% de población hispana.
Históricamente, un bastión demócrata, Starr County, había votado por ese partido durante 132 años, hasta que Donald Trump logró ganar el apoyo de la mayoría en esta última contienda electoral. El cambio ha sido interpretado por analistas como un giro importante hacia la derecha entre los votantes latinos de esta región.
Starr County, un condado en el sur de Texas, destaca por ser la región más hispana de Estados Unidos, con un 97% de su población de origen latino. Ubicado en el valle del Río Grande, justo en la frontera México-EE. UU., Starr County había sido fiel al Partido Demócrata desde 1892, una lealtad que mantuvo a lo largo de más de un siglo, incluso en épocas de cambios políticos y sociales en el país.
Con un respaldo del 57% en Starr, Trump superó a Kamala Harris, quien obtuvo el 41% de los votos, marcando un hito en la política estadounidense y subrayando la relevancia de la situación fronteriza en las decisiones de los votantes locales.
El apoyo a Trump no es del todo inesperado si se considera la progresión de resultados de elecciones anteriores en Starr County. En 2016, Hillary Clinton ganó el condado con el 79% del voto frente al 19% que obtuvo Trump. Cuatro años después, en 2020, Joe Biden venció en esta zona, pero con un margen mucho menor, al lograr el 52% contra el 47% del republicano.
El cambio de Starr County en favor de Trump es solo una parte de un fenómeno más amplio. En las elecciones en Estados Unidos de 2024, Donald Trump logró un avance considerable en el voto popular, superando a Kamala Harris por aproximadamente cinco millones de votos y rompiendo una tendencia de dos décadas para los republicanos, al ser el primer candidato de su partido en ganar el voto popular en este período.
Esta "remontada histórica", como la han llamado algunos analistas, se vio reflejada especialmente en áreas de alta población latina, como el sur de Texas, donde la comunidad hispana ha mostrado un giro hacia posturas más conservadoras.
Las comunidades latinas en áreas fronterizas, como el Valle del Río Grande, enfrentan de cerca las consecuencias de la inmigración y la seguridad en la frontera, lo que ha influido en su apoyo a políticas conservadoras sobre inmigración. Los candidatos republicanos, como Donald Trump, han centrado sus mensajes en la necesidad de fortalecer la seguridad fronteriza, una postura que muchos votantes latinos perciben como una solución directa a los problemas de su comunidad.
Esto ha llevado a que un segmento cada vez mayor del electorado latino, especialmente hombres y personas de la generación millennial, vean en el Partido Republicano una opción política alineada con sus valores y prioridades económicas y sociales.