La Dirección General de Tráfico (DGT) continúa implementando medidas para reducir la peligrosidad en las carreteras y proteger tanto a conductores como a peatones. Entre sus normas de seguridad destaca la obligatoriedad de llevar chalecos reflectantes en el vehículo, una medida que muchos conductores desconocen o desestiman.
Esta normativa responde a la necesidad de garantizar que, en caso de emergencia, el conductor y todos los pasajeros del vehículo puedan ser visibles para el resto de los conductores y así evitar accidentes.
La normativa de tráfico exige que, al menos, se cuente con un chaleco reflectante en cada vehículo, que debe usarse antes de salir del coche en una situación de emergencia. Sin embargo, la DGT recomienda que haya chalecos adicionales para que los ocupantes también estén protegidos en caso de tener que abandonar el vehículo. A su vez, esta medida garantiza la protección de todos los ocupantes y reduce el riesgo de atropello en situaciones de baja visibilidad, como ocurre en condiciones de poca luz o mal tiempo.
La falta de chalecos reflectantes adecuados o el hecho de no usarlos al abandonar el vehículo en carretera puede resultar en sanciones de hasta 200 euros y la pérdida de 4 puntos en el carné de conducir. Para evitar problemas, la DGT especifica que los chalecos deben cumplir con la normativa europea, marcada con la etiqueta 'CE', que asegura la visibilidad y la eficacia del material en condiciones adversas.
Cada año, muchos conductores y pasajeros sufren accidentes al salir del coche en carreteras, especialmente en condiciones de baja visibilidad.
