El fallo de la Suprema Corte que mantiene en pie la elección popular de jueces en México es un triunfo de "la razón" y de la ley, dijo este miércoles la presidenta Claudia Sheinbaum.
La mandataria izquierdista se congratuló de que el máximo tribunal rechazó el martes avalar una resolución que proponía invalidar parcialmente una polémica reforma judicial que el oficialismo asegura es esencial para combatir la corrupción.
"Ayer triunfó el pueblo de México y ganó la fuerza de la razón, la cordura, frente a la irracionalidad. La elección de jueces, ministros y magistrados va el 1 de junio de 2025", dijo Sheinbaum en su conferencia de prensa matutina.
El proyecto, discutido por más de cinco horas, planteaba mantener la elección popular de los miembros del Supremo, pero eliminaba la de jueces de tribunales inferiores.
La propuesta sin embargo fracasó en reunir el voto de ocho de los 11 ministros requeridos para declarar inválida una ley.
"No era un buen precedente para el país", dijo la presidenta sobre la potencial crisis institucional que analistas anticipaban si se hubiera aprobado el proyecto de la Suprema Corte.
México es el primer país del mundo que elegirá por voto popular a los miembros del Poder Judicial tras la reforma constitucional aprobada en septiembre pasado por la coalición oficialista de izquierda.
La modificación a la carta magna fue impulsada por el expresidente Andrés Manuel López Obrador, quien acusaba a funcionarios de la justicia de corrupción, nepotismo y de favorecer intereses de particulares y hasta criminales.
Sheinbaum, que asumió el 1 de octubre y es cercana al exmandatario, había advertido previo al fallo que la elección de jueces seguirá adelante en 2025 y 2027.
Los críticos de la reforma sostienen que votar a jueces no garantiza un eficiente funcionamiento del Poder Judicial, sino que se requiere mejorar las capacidades de las fiscalías.
También advierten que en un esquema electoral los jueces pueden ser presa fácil de criminales.
Estados Unidos y Canadá, los socios comerciales de México en el acuerdo de América del Norte, el T-MEC, han manifestado su preocupación ante la polémica reforma.
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