Antes de optar por cualquier programa, es necesario analizar, en primer lugar, los requisitos específicos y únicos del negocio, es decir, determinar cuáles funciones se necesitan para las actividades del usuario; el programa tiene que ser fácil de usar y muy intuitivo, para una adaptación más fácil y rápida, sin necesidad de formaciones largas; además, el programa debe tener la capacidad de crecer a la par con el negocio, que pueda gestionar el aumento en los volúmenes de facturación y la cantidad de clientes.