Pamela Anderson, reconocida por su papel en Baywatch y su estatus como símbolo de belleza en los años 90, reveló detalles sobre su alejamiento de Hollywood. En una entrevista reciente con la revista Women’s Wear Daily, la actriz de 57 años explicó que su decisión de mudarse a su natal Canadá fue una medida para reconectar consigo misma y liberarse de las expectativas que la fama impuso sobre ella.
A pesar de estar fuera de cámaras la actriz regresó a interpretar una nueva película titulada The Last Showgirl, dirigida por Gia Coppola, y a la que considera su “última oportunidad” en la industria. Durante el Festival de Cine de San Sebastián en setiembre, Anderson explicó que está en un momento “más sensual” de su vida y carrera, lo que la hizo conectarse profundamente con su personaje en la cinta. El estreno de la película está previsto para diciembre.
Anderson decidió regresar a su hogar en la isla de Vancouver después de años viviendo en California, Estados Unidos. En la entrevista, mencionó: “Fue un regreso a casa en muchos sentidos. Quería recordar quién era realmente, no lo que otros me decían que debía ser”. Esta reflexión surgió mientras trabajaba en la restauración de la casa de su infancia, que adquirió durante la pandemia.
La actriz, quien fue uno de los mayores íconos de la industria del entretenimiento, comentó que su vida en Hollywood la dejó sintiéndose vacía y desconectada de su verdadera identidad. “No quería que lo que me sucedió en la vida me definiera, sino que lo que hago define quién soy”, agregó. Su retorno a Canadá en 2020 también le permitió dedicarse a proyectos personales como la escritura de sus memorias y la producción de un documental sobre su vida.
En su nueva vida, Pamela ha optado por un estilo más sencillo, alejándose de la imagen glamurosa que la acompañó durante décadas. Ha sido vista en múltiples eventos públicos sin maquillaje, promoviendo un concepto de belleza natural y autenticidad. Anderson comentó que esta decisión la hace sentir “libre y empoderada”, alejándose de los estereotipos que la fama y la industria impusieron sobre su imagen.
La estrella, que ha luchado contra la depresión a lo largo de su vida, confesó en otra entrevista que en muchos momentos se sintió incomprendida y arrepentida por sus decisiones. “Me di cuenta de que cometí errores, pero estar aquí me ha dado la oportunidad de sanarme y encontrar la paz”, dijo la actriz. Ahora, desde su casa rodeada de naturaleza, Pamela parece haber encontrado un espacio para la introspección y la tranquilidad.
Este cambio también ha tenido un impacto positivo en su familia. Anderson, madre de dos hijos, Brandon y Dylan, asegura que el proceso de restauración de su casa y su vida le ha permitido reconectarse con ellos. “He sido dura conmigo misma, pero estoy en un lugar donde puedo mirar hacia adelante con optimismo”, afirmó.
Su retiro de Hollywood no solo marcó el cierre de una etapa, sino el inicio de una nueva vida para Anderson, donde la paz y la autenticidad fueron sus principales prioridades.
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