La expresidenta Cristina Kirchner sigue marcando el pulso de la interna del peronismo y prepara un nuevo desembarco en las próximas horas en un distrito del Conurbano aliado al gobernador Axel Kicillof. En rigor, desde que se lanzó a la competencia por el liderazgo del PJ, ya fueron varias las incursiones en territorio bonaerense sin la participación del mandatario local.
Pese a que la pulseada con el gobernador riojano Ricardo Quintela parece ya cerrada por la Justicia, el mandatario riojano analiza continuar la puja en la Justicia con una apelación ante la Cámara Nacional Electoral. Trascendidos de su entorno indicaban que hoy se definiría en una reunión entre Quintela y sus asesores legales si siguen dando batalla en el plano judicial contra el fallo de la jueza María Romilda Servini que decretó que no contaban con los avales suficientes para competir y, por ende, tampoco otorgó una prórroga en el plazo de la elección del 17 de noviembre.
En contrapartida, el duelo entre el kirchnerismo y el círculo del gobernador Axel Kicillof parece lejos de aplacarse aún, con mensajes cruzados desde referentes de La Cámpora al jefe provincial a través de entrevistas, tuits e indirectas. La intendenta de Quilmes, Mayra Mendoza, y el de Lanús, Julián Álvarez, se perfilan entre los más duros a la hora de los dardos durante las últimas semanas. En ambos distritos ya presentaron la mesa "Cristina Presidenta" como parte de su pelea interna.
Cristina Kirchner, por su parte, evitó la confrontación directa, si bien dejó trascender su malestar en reuniones con terceros donde el mensaje llega a La Plata y a los medios. Estela de Carlotto, la titular de Abuelas de Plaza de Mayo fue categórica cuando describió el clima tenso entre Kicillof y la exmandataria en aquel evento en el Teatro Argentino hace apenas un par de semanas. Los caracterizó como "dos chicos".
Así y todo, Cristina también se movió quirúrgicamente por el Conurbano dejando en claro su posicionamiento sin necesidad de emitir palabras. Lo hizo cuando se mostró en La Matanza y también en su incursión por la Universidad de Avellaneda, ambos territorios donde juega fuerte el kicillofismo a través de sus intendentes. Ahora lo vuelve a hacer.
Desde el círculo de Cristina Kirchner preparaban un nuevo desembarco en el distrito industrial del sur del Área Metropolitana, esta vez a una PyME del lugar. Jorge Ferraresi, a cargo del municipio -hoy con uso de licencia-, es uno de los puntales de la estrategia no oficial Kicillof 2027. Es también uno de sus principales armadores en el juego territorial que despliegan los intendentes alineados con el gobernador Kicillof. La visita se concretó hoy, de la mano del Movimiento Productivo 25 de Mayo, en la fábrica Omar Vetrano SACIFI, una fábrica que data de 1959.
Aún en medio del fragor de la pelea interna, la expresidenta también entiende que el rival de fondo sigue siendo el Gobierno nacional. Tal como lo viene haciendo desde las redes sociales, marcando sus contrapuntos con la gestión libertaria y enredándose en cruces por Twitter con Milei, Cristina tampoco dejó pasar la oportunidad esta vez: "Este modelo es como un yogur, todos sabemos que se vence".
A lo largo de dos videos, se ve la actividad de Kirchner en la fábrica de Avellaneda, dialogando con sus trabajadores y empresarios pymes y con quien parece ser el dueño de la planta. "El verdadero problema que hoy tiene la Argentina es la deshumanización", expresó.
El MP25M se presenta como un movimiento federal. En su web, afirma que nuclea a dirigentes de "diversas organizaciones gremiales empresariales, del asociativismo y la economía social, empresarios de pequeñas y medianas empresas, cooperativistas, trabajadores de empresas recuperadas, mutualistas, profesionales y personas comprometidas con la producción y el pensamiento nacional". Su creencia es que "el desarrollo debe estar al servicio del interés nacional, impulsando el mercado interno y gestionando el comercio internacional de manera justa para evitar prácticas perjudiciales como el dumping".
Hace algunas semanas, con el 17 de octubre como telón de fondo y la mirada puesta en el discurso de Axel Kicillof en Berisso, Cristina Kirchner hizo pie por primera vez en el marco de la interna en Avellaneda para recorrer la universidad nacional homónima. En plena disputa entre el Gobierno nacional, gremios docentes y no docentes, estudiantes y rectores por el financiamiento de las casas de estudio, su paso por el lugar y su foto en un aula fue también un mensaje de apoyo a la lucha del sector contra Javier Milei.
De hecho, en la charla con estudiantes de la Universidad Nacional de Avellaneda, la exmandataria se refirió al gobierno como un grupo de "teóricos y prácticos de la odiología".
En las semanas previas, tanto Mendoza como Álvarez también habían apuntado contra la intendencia de Avellaneda y el gobierno de Kicillof a raíz de una disputa por los caminos de acceso al puerto de Dock Sud. Presionaron por la creación de un fondo que permitiera financiar la reparación de los caminos en sus municipios por los que transitan los camiones con carga.
La visita de Cristina a la universidad también permitió una relectura bajo la lente de la interna: según contó El Cronista en aquella oportunidad, Ferraresi viene enfrentado con el rector local desde hace tiempo al punto que buscó disputarle la conducción de la casa de estudios este año con una lista afín que no pudo completar su cometido.
Tampoco en su paso por La Matanza, tierra de Fernando Espinoza, el jefe comunal que juega en el equipo de Kicillof formó parte de la visita. Con todo, la vicegobernadora Verónica Magario, referente del distrito más grande del Conurbano, fue la primera del círculo político de Kicillof en cruzar a Ricardo Quintela cuando decidió judicializar la interna. A ella le siguieron otros puntales del kicillofismo para quienes los tribunales son una línea roja en la vida partidaria, con la intervención del PJ a cargo de Luis Barrionuevo aún muy fresca en su cabeza.