La inminente elección presidencial en Estados Unidos, anticipa un período de alta volatilidad no sólo en los mercados financieros, mientras el nuevo presidente ordena su estrategia política y económica, sino también en los sectores productivos que demandan inversiones globales, como industria, salud y energía, entre otros.
En el caso de la Argentina, uno de los actores estratégicos que mira hacia el norte en busca de fondos frescos a través del RIGI es el litio que, junto a otros minerales críticos, se enfrenta a una disyuntiva según el resultado de las elecciones que disputan Kamala Harris y Donald Trump.
Actualmente, Estados Unidos es el segundo destino más importante para la exportación del complejo litio argentino, totalizando el 12% de los despachos al exterior.
Según información relevada por la Cámara Argentina de Empresas Mineras (CAEM), las inversiones en cartera que se encuentran planificadas por las empresas hasta 2031 superan los u$s 33.000 millones, de los cuales aproximadamente 61% corresponden a proyectos de cobre, 35% a proyectos de litio, y el monto restante incluye proyectos de oro, plata, uranio y otros minerales.
En un escenario de inversiones favorable el aporte del sector minero a las exportaciones podría incrementarse desde los u$s 4.000 millones que registró en 2023 a u$s 12.000 millones en 2032.
Según especialistas en relaciones internacionales será determinante el futuro de la Ley de Reducción de Inflación (Inflation Reduction Act - IRA) promovida por Joe Biden y aprobada en 2022 en el Congreso de Estados Unidos.
Esta iniciativa, además de destinar la inversión de hasta u$s 400.000 millones para promover la transición hacia las energías limpias, establece que el 40% de las baterías de autos que se utilizan en los Estados Unidos deben tener componente o agregado de valor local.
Con ese fin, se impulsan créditos a aquellos ciudadanos (o pequeñas empresas) que compren autos eléctricos fabricados con recursos producidos en Estados Unidos o en países con acuerdos de libre comercio.
Por eso, desde la Argentina se vienen impulsando el entendimiento entre ambos países para igualar las condiciones con competidores como Chile y Australia.
"La legislación antinflacionaria de Estados Unidos, establece algunos beneficios o concesiones en términos de subsidios para eslabonar con socios que tengan acuerdos de libre comercio, y el punto es que Argentina no los tiene" explicó Julieta Zelicovich, investigadora del área de Política Productiva de Fundar pero aclaró que existe un antecedente que es mini deal, que firmó Estados Unidos con Japón, y fue considerado como válido para el IRA.
Como consecuencia de las negociaciones que inició la gestión de Alberto Fernández para hacer crecer la cadena del litio, la Argentina y Estados Unidos firmaron un Memorando de Entendimiento en materia de "cooperación para el fortalecimiento de la gobernanza, la inversión y la seguridad de las cadenas de suministro a nivel mundial del sector de recursos minerales críticos".
"Lo que queda ahora es ver cómo ese memorándum de entendimiento se traslada en una hoja de ruta", agregó Zelicovich y explicó que de lograrse debería ser reconocida por la autoridad norteamericana para que tenga la relevancia equivalente a lo que solicite el IRA.
Sin embargo, advirtió que "con Trump los regímenes que promueven financiamiento hacia a fuera cambian rotundamente, ya que propone derogar el IRA".
En sintonía, Miguel Ponce, especialista en comercio internacional, señaló que el líder republicano buscaría aumentar hasta 60% la integración local lo que puede generar algún tipo de dificultad para la Argentina.
En caso de que gane Trump, el candidato por el que se inclina el arco oficialista en la Argentina, "como contrapartida" -a la baja del IRA-, Ponce destacó que los republicanos repudian los incentivos para todo lo que tiene que ver con la política de reducción de daños ambientales y transición energética.
En el mismo sentido, hoy la actual oposición de EE.UU. en línea con el gobierno argentino no comparten la agenda 2045 de Naciones Unidas. "Veo mucho más posible, por la no suba de aranceles y por la agenda que apoyan los demócratas sobre la transición energética que Argentina pudiera entrar al IRA en caso del triunfo de Kamala Harris", planteó.
Aun así, el especialista aseguró que, por encima del resultado electoral, tanto para Trump como para Kamala la preocupación de política internacional está concentrada en China que "ha sido mucho más activa que EE.UU. en Argentina".
Frente a ambos escenarios, se abre una ventana de posibles inversiones, por vías alternativas al IRA si fuera necesario ya que el país del norte está decidido a dejar de depender de las baterías de litio chinas ya que el departamento de Seguridad advirtió recientemente que "es demasiado arriesgado".
Victor Delbuono, investigador de Fundar, destacó que Estados Unidos promovió la alianza, Mineral Security Partnership, con la Unión Europea, Australia, Canadá, Japón y Corea del Sur, y marcó que, según lo que sucede con la IRA, "hay dudas sobre esa provisión de litio, qué proyectos van a avanzar y con qué alianzas estratégicas".
"Hoy día, el desembarco de Río Tinto en Argentina también vislumbra una mayor occidentalización de la inversión", dijo, pero señaló que mientras el gobierno muestra cierta aversión a la inversión de origen chino, el gigante asiático sigue siendo el mayor comprador de litio del mundo.
En este punto, el último informe de la consultora BDI destacó como beneficiario "gane quien gane" a la compañía Lithium Americas (LAC), por el crecimiento proyectado de la demanda de baterías de litio para vehículos eléctricos y almacenamiento de energía. "Independientemente del resultado electoral, el aumento en la adopción de vehículos eléctricos y el desarrollo de energías limpias sigue siendo una tendencia mundial", apuntó.