La adopción de la inteligencia artificial (IA) en el ámbito empresarial está marcando un punto de inflexión en la forma en que las organizaciones gestionan sus procesos y datos. En diálogo con El Cronista, los ejecutivos de Red Hat Gilson Magalhães, GM & VP para Latinoamérica, y Jorge Payró, Country Manager de Argentina, compartieron su visión sobre el presente y futuro de la IA en el contexto corporativo.
Según Magalhaes, nos encontramos en un momento crucial de transición. "Hicimos durante 50 años tecnología de la información orientada a procesos. Y hoy hay una necesidad de organizar las empresas para la integración de los datos", explica. Esta transformación, sin embargo, no será inmediata.
De acuerdo al directivo de Red Hat, la implementación de la Inteligencia Artificial en las empresas seguirá un patrón similar al de otras revoluciones tecnológicas. La primera fase, que ya está en marcha, se caracteriza por la incorporación de "agentes" de Inteligencia Artificial en procesos existentes. "Los casos de uso actuales consisten en aportar Inteligencia Artificial a procesos que ya están. De esta manera, se modernizan y quedan más automatizados", señala Magalhaes.
En este contexto de nuevos inicios para muchas organizaciones, Jorge Payró enfatiza la importancia de utilizar un enfoque equilibrado y gradual de cara a las implementaciones: "Pensar en grande, soñar en grande, tener la mirada completa, pero empezar en pequeño e ir evolucionando paso a paso".
Además, destaca que, en este nuevo abordaje, el éxito no depende de la tecnología únicamente: "La tecnología puede ser excelente, pero si no hay una evolución cultural de las personas, si no evolucionan los procesos de cómo trabajan, de cómo desarrollan, de cómo adoptan, probablemente ese proyecto fracase".
Asimismo, el Country Manager de Red Hat para Argentina explica que en cada paso se debe tener en cuenta cuáles son los indicadores y los costos esperables que implican los avances que se realizan.
Un aspecto fundamental en la estrategia que despliega actualmente Red Hat es su enfoque en la nube híbrida abierta. Payró la describe como "un concepto de arquitectura que permite trabajar indistintamente desde lo que es el propio data center, una nube privada o cualquier nube pública, e incluso el Edge". Esta flexibilidad se materializa a través de OpenShift, su plataforma de orquestación de contenedores, que ahora incorpora OpenShift AI para el desarrollo de aplicaciones con IA generativa.
Al respecto, Magalhaes señala que esa clase de versatilidad tecnológica es la que exige hoy la realidad empresarial. Y argumenta que la solución está en la capacidad de distribuir cargas de trabajo entre diferentes entornos, según las necesidades específicas.
El código abierto juega un papel central en la visión que sostiene Red Hat. "Es fundamental porque desde hace décadas, gran parte de la innovación que se ha dado en temas de tecnología provino de fuentes de código abierto", destaca Payró.
La visión a largo plazo es ambiciosa y Magalhaes prevé que, entre 10 y 15 años, la Inteligencia Artificial transformará radicalmente la interacción con los servicios empresariales: "La inteligencia artificial estará conectada con las personas", sintetiza acerca de la profunda transformación que se avecina. Sin embargo, para llegar a ese punto, las compañías deberán primero resolver desafíos fundamentales en la organización e integración de sus datos.
A fin de cuentas, en la propuesta de Red Hat para el corto plazo la clave está en implementar soluciones específicas y escalables que generen valor inmediato mientras se construye la infraestructura para el futuro. Como resume Payró, el éxito dependerá de "tener claro cuál es el retorno de inversión" y asegurar que cada proyecto "ayude a las áreas de tecnología a encontrar soluciones" para las necesidades reales del negocio.