La pandemia cambió las formas de trabajo. Hoy los profesionales buscan un mayor equilibrio entre la vida personal, emocional y el empleo. Por eso no sorprende que casi el 90% de los trabajadores busque flexibilidad horaria y trabajo home-office. Hoy, la prioridad es armar "agendas livianas", que no saturen la energía.
Según la encuesta "Bienestar y salud emocional y mental en el trabajo pospandemia", diseñada entre los equipos de Ineco, IDEA y Puntual, siete de cada 10 profesionales consideran que el trabajo impacta de manera directa en la vida personal.
Por eso, hoy los profesionales priorizan un entorno de trabajo seguro y saludable. En ese aspecto "un 83,2% de los encuestados reportó un cambio significativo en la prioridad que le otorgan al ambiente laboral", remarca el informe. A su vez, la posibilidad de trabajar de manera remota también ganó relevancia: afecta significativamente al 81,8% de los encuestados.
Otros factores importantes incluyen: tener una agenda de trabajo que no sature la energía (76,3%), es decir, no sobrecargarse de tareas. Además, contar con un buen líder fue una característica resaltada por el 71,7% de los encuestados.
La relación entre el esfuerzo y la compensación también cobró mayor relevancia en los últimos cuatro años para el 71%, seguido por la buena relación con el líder, con un 70,5%. Poder dialogar con las autoridades de manera directa es uno de los factores fundamentales para los trabajadores de hoy.
Por último, aunque no menos relevante, la percepción de que el trabajo le haga sentido a las personas ganó importancia para el 68,1% de los encuestados; superando al ambiente/clima de trabajo, que también experimentó un incremento en su valoración para el 67,7 por ciento.
Otros aspectos que manifestaron cambios en la valoración fueron: la capacidad de comunicarse con confianza (66,8%), la cercanía del lugar de trabajo (66%) y la valoración del paquete de beneficios (58,1%).
En cuanto al cambio en la importancia otorgada a diferentes variables relacionadas con la salud emocional y mental tras la pandemia, se destacó que el 82% de los encuestados valora mucho más o completamente su salud emocional y mental que antes, lo que lo posiciona como el cambio más relevante.
Le sigue de cerca el equilibrio entre la vida personal y el trabajo, con un 79,8% de los participantes. "La calidad de los vínculos también fue altamente valorada, con un 75,2% que indicó un cambio considerable en este aspecto", remarcó la encuesta.
El descanso y el buen dormir son dos características curiosas que aparecieron como prioridad a la hora de elegir un empleo.
"La satisfacción laboral es otro factor que ha ganado importancia, con un 71,6% de los encuestados que reportó un incremento en su valoración. La calidad del sueño (69,8%) y los niveles de cansancio al finalizar la jornada laboral (68%) también mostraron un aumento en el valor que les otorgan los encuestados, junto con la carga laboral (68,4%), el nivel de estrés laboral (68,6%), y la motivación para trabajar (67,5%)", describió la encuesta.
Así como a los participantes de la encuesta se les preguntó sobre las transformaciones que habían experimentado en sus propias percepciones, también se les consultó si habían notado cambios en la forma en que las empresas que integraban abordaban la salud emocional y mental en el ámbito laboral tras la pandemia.
En ese sentido, el 62,3% de los encuestados consideró que se produjo un giro muy significativo o completo en la preocupación por generar una cultura de trabajo saludable.
En esa misma línea, el 46,3% de los encuestados señaló un cambio muy importante o total en el valor que le dan las empresas a la ejecución de beneficios vinculados a la salud mental y emocional, como aplicaciones, soporte profesional o descuentos.
En resumen, los resultados de la encuesta indican una clara tendencia hacia trabajadores que priorizan la salud emocional y el bienestar en el ámbito laboral post-pandemia por parte de las personas, sugiriendo que las organizaciones deben adaptarse y mejorar continuamente sus políticas para atender estas necesidades emergentes y asegurar un entorno de trabajo que favorezca tanto la satisfacción de los empleados como su compromiso y permanencia a largo plazo.