La carrera presidencial de 2024 en Estados Unidos entre Donald Trump y Kamala Harris está más reñida que nunca. Las encuestas muestran un empate técnico a nivel nacional, destacando la importancia de los estados clave. Con millones de votantes participando anticipadamente, ambos candidatos enfrentan la última etapa de campaña en una contienda decisiva para el futuro del país.
De acuerdo con los datos más recientes, la economía y la política exterior son temas cruciales que podrían definir el voto. Los estados indecisos, conocidos como “campos de batalla”, tendrán un papel determinante en el resultado final, con las preferencias cambiando a medida que se acerca el día de las elecciones.
Según Reuters/Ipsos, Harris cuenta con un 44% de respaldo entre los votantes probables, mientras que Trump se sitúa con un 43%, lo que coloca a ambos dentro del margen de error de tres puntos porcentuales. Por su parte, CNN/SSRS muestra a ambos candidatos empatados con un 47% de apoyo cada uno, lo cual destaca que los resultados podrían variar significativamente según el comportamiento de los votantes indecisos.
En estados como Florida, Texas y Ohio, Trump ha recuperado fuerza, mientras que Harris se mantiene con ventaja en California y Nueva York. Sin embargo, estados clave como Pensilvania, Michigan y Wisconsin se perfilan como determinantes. “Estos estados decidirán el destino de las elecciones”, aseguran analistas políticos. La incertidumbre sigue alta y el desenlace se vislumbra como uno de los más impredecibles en años recientes.
La economía es el principal tema de preocupación para los votantes. Trump ha prometido revitalizar la industria energética y bajar los impuestos, además de insistir en que las políticas de Harris han perjudicado el crecimiento económico. “Mis políticas restaurarán la prosperidad de nuestra nación”, afirmó el expresidente durante un evento en Ohio. Harris, en cambio, ha defendido su administración, por lo que ha resaltado la creación de empleos y la inversión en energías limpias. “Hemos reconstruido la economía desde la pandemia con visión a largo plazo”, señaló la vicepresidenta.
En política exterior, la postura de Trump se centra en un enfoque aislacionista, que promueve su lema de “América primero”. Harris, por otro lado, aboga por fortalecer las alianzas globales; argumenta que la colaboración internacional es fundamental para la estabilidad y seguridad nacional. Estos temas han polarizado a los votantes, lo que destaca las diferencias marcadas en las propuestas de ambos candidatos.
El voto anticipado ha alcanzado cifras récord, lo que podría ser una ventaja para Harris, ya que los demócratas han promovido activamente esta forma de participación. Sin embargo, el Partido Republicano ha organizado una movilización masiva para el 5 de noviembre, buscando asegurar una alta asistencia en persona. La participación de grupos como el electorado latino y los jóvenes también será crucial. Harris ha hecho campaña en comunidades latinas, destacando temas de inmigración y justicia social, mientras que Trump ha centrado su mensaje en empleo y seguridad.
El voto juvenil, inclinado hacia políticas progresistas y comprometido con el cambio climático, es un factor determinante. Ambos candidatos han intensificado sus esfuerzos para conectar con estos votantes, conscientes de que su participación podría ser decisiva.
Con la votación acercándose rápidamente, Estados Unidos se prepara para unas elecciones históricas. Las encuestas siguen mostrando un panorama incierto, y el mundo está atento a los resultados de esta contienda que definirá el rumbo de la nación en los próximos cuatro años.