Kamala Harris arremetió este viernes contra Donald Trump por haber amenazado a una excongresista republicana que la apoya y él la llamó "incompetente", a cuatro días de las elecciones presidenciales.
La vicepresidenta demócrata y el expresidente republicano recorren sin pausa los estados más disputados en unos comicios que podrían decidirse por unas decenas de miles de votos.
Setenta millones de personas ya han votado por anticipado, lo que presagia una alta participación después de meses de sobresaltos.
Trump parece resistir a todo: una condena penal, cuatro inculpaciones y dos intentos de asesinato.
Los demócratas también han tenido su dosis de sorpresas, sobre todo la retirada del presidente Joe Biden de la carrera.
"Cuatro días para las elecciones más trascendentales de nuestra vida, y aún nos queda trabajo por hacer", afirmó Harris en Milwaukee, Wisconsin.
Este estado se inclinó por el expresidente republicano en 2016 y por su sucesor, Joe Biden, en 2020, con menos de un punto porcentual de diferencia cada vez.
Harris, la preferida del mundo del espectáculo, contó con el apoyo de Cardi B.
"¿Estamos preparados para hacer historia?", preguntó la rapera al público.
La que puede convertirse en la primera mujer negra presidenta de Estados Unidos "es compasiva, muestra empatía y, sobre todo, no está desquiciada", les dijo.
Trump atacó a su rival en la misma ciudad, donde en julio fue coronado como el candidato presidencial de su partido, con una oreja vendada tras haber resultado herido en un intento de asesinato.
"Nada es más peligroso que darle un inmenso poder a una persona muy débil e incompetente con un coeficiente intelectual extremadamente bajo", soltó.
"No quiero tu dinero, quiero tu maldito voto, ¿de acuerdo? Queremos ese voto", dijo a un público de seguidores incondicionales.
Horas antes lo pidió en otro acto en Míchigan, en el que cargó contra los "lunáticos de la izquierda radical" demócratas a los que acusa de la inflación y la "invasión de migrantes" en Estados Unidos.
En la localidad de Dearborn se reunió con población de origen árabe, un electorado que se ha distanciado de los demócratas por el apoyo del gobierno a la guerra librada por Israel en Gaza.
Declaró a los periodistas que, si gana, Robert F. Kennedy Jr, vástago del clan político más famoso de Estados Unidos y activista antivacunas, desempeñará un "papel importante" en su gobierno "en el cuidado de la salud".
Con las elecciones a la vuelta de la esquina, Harris y Trump siguen empatados en las encuestas y las polémicas se suceden.
La última la ha protagonizado el magnate.
"Pongámosla con un rifle allí con nueve cañones disparándole ¿vale? Veamos cómo se siente al respecto. Cuando le apunten a la cara", afirmó sobre Liz Cheney, caída en desgracia en el partido republicano por criticar la negativa de Trump de reconocer su derrota en las elecciones de 2020.
"Quieren reclutar a tus hijos para que mueran en guerras y ellos nunca lucharán", afirmó Trump sobre ella y su padre, el ex vicepresidente Dick Cheney, dos "halcones de guerra". "No tiene agallas para luchar", añadió.
Harris, una exfiscal, contraatacó: "Esto debe ser descalificatorio. Alguien que quiera ser presidente de Estados Unidos y que utilice ese tipo de retórica violenta está claramente descalificado" para el cargo.
Lo calificó de "hombre enfadado" que "se pasa todo el tiempo tramando venganza".
"Así es como los dictadores destruyen las naciones libres. Amenazan de muerte a quienes hablan contra ellos", escribió Liz Cheney en la red social X.
El equipo de Trump ya ha comenzado a abonar en las redes sociales la idea de que hay irregularidades en las operaciones de votación.
En Georgia, en el sur del país, las autoridades advirtieron que un video en el que un migrante haitiano afirma haber podido votar varias veces es falso. Los expertos lo atribuyen a una campaña de desinformación rusa.
Los estadounidenses temen que, en caso de derrota, Trump se niegue a aceptar el resultado, al punto de que muchos prevén un estallido de violencia.
En mente de todos están las imágenes de una turba de simpatizantes de Trump atacando el Capitolio el 6 de enero de 2021 en un intento de impedir la certificación de la victoria electoral de Biden.
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