En plena audiencia judicial previa a la lectura de sentencia por los casos Pativilca y La Cantuta, Martín Rivas, el jefe del sanguinario Grupo Colina también conocido como 'Escuadrón de la muerte', tomó la palabra y lanzó fuertes advertencias para los que él considera que son "perseguidores" de las Fuerzas Armadas. Asimismo, dijo que deberán asumir sus responsabilidades civiles y penales porque no habrá "ni olvido ni perdón".
"Así como han iniciado esta persecución a los militares durante años, también es necesario y es justo que se inicie una palingenesia nacional, en donde todos aquellos personajes, sujetos, entes, que ilícitamente e ilegalmente han perseguido a los militares, han perseguido a las Fuerzas Armadas, con armas vedadas, con mentiras, esos van a tener que asumir sus responsabilidades", fueron sus palabras.
En la audiencia se encontraban abogados, familiares de víctimas, fiscales y demás relacionados en la lucha de la justicia por estos asesinatos dirigidos por el Grupo Colina. Y aún así sin ninguna consideración se dirigió a Paola Delgado, de la Segunda Fiscalía Superior Especializada en Derechos Humanos, por haber dicho que los acusados deben pedir perdón por sus delitos y le manifestó que eso era un absurdo.
Rivas también se refirió de manera violenta al general Rodolfo Robles, quien en 1992 denunció la existencia de este 'Escuadrón de la Muerte'. En otro momento mencionó a Gloria Cano, abogada de la ONG de derechos humanos Aprodeh, y le increpó tener una cuenta bancaria con dinero que según él tiene una procedencia cuestionable pero no mencionó ninguna prueba para esas palabras. Todo esto sucedió ante la vista y paciencia de los jueces que no hicieron ningún esfuerzo por poner orden o efectuar algún comentario.
El 29 de enero de 1992, en la localidad de Pativilca, seis personas fueron secuestradas, torturadas y asesinadas por el Grupo Colina. Las víctimas fueron: John Calderón Ríos, Toribio Ortiz Aponte, Felandro Castillo Manrique, Pedro Agüero Rivera, Ernesto Arias Velásquez y César Rodríguez Esquivel.
Estas personas fueron acusadas falsamente de pertenecer a Sendero Luminoso. Según el expediente judicial, un empresario, en disputa por terrenos, habría influido en la decisión de eliminarlos, acusándolos de senderistas.
El caso de La Cantuta ocurrió el 18 de julio de ese mismo año, un profesor y sus 9 alumnos de la Universidad Nacional de Educación Enrique Guzmán La Valle, también conocida como 'La Cantuta', fueron secuestrados y posteriormente desaparecidos. Un año después, fueron encontrados sus restos en fosas comunes. Con el tiempo se demostró que ninguno de ellos pertenecía a Sendero Luminoso.
