Las gatas emiten ruidos intensos durante el apareamiento, un fenómeno que ha generado confusión entre los dueños de mascotas. Aunque muchos asocian estos sonidos con dolor, la realidad es diferente y está relacionada con su ciclo reproductivo. Durante el periodo de celo, los gatos hembra experimentan cambios significativos en su comportamiento, lo que las lleva a buscar activamente el apareamiento.
La veterinaria Mariana Castanheira explica que el comportamiento de las gatas en celo es dramático y agresivo, lo que contribuye a la intensidad de los sonidos que producen. A continuación, conoce por qué las gatas hacen mucho ruido cuando se aparean.
Cuando una gata se encuentra en celo, su cuerpo se prepara para el apareamiento. En esta etapa, las gatas adoptan una posición conocida como lordosis, que facilita la penetración por parte del macho. Este comportamiento no solo es instintivo, sino que también está diseñado para maximizar las posibilidades de reproducción.
Un aspecto interesante del apareamiento felino es la presencia de espinas en el miembro del macho. Estas espinas, lejos de causar dolor, estimulan la ovulación en la hembra, lo que es crucial para el éxito reproductivo. La fricción generada durante el acto sexual provoca una respuesta neuroendocrina que resulta en una descarga hormonal, favoreciendo la ovulación.
Es así que, los ruidos que emiten las gatas durante el apareamiento son una manifestación de su estado emocional y fisiológico. Al estar en un estado de excitación, las gatas tienden a vocalizar de manera intensa, lo que puede ser interpretado como un signo de placer o de agresividad. Este comportamiento es parte de su instinto reproductivo y no debe ser confundido con dolor.
Por otro lado, la veterinaria Castanheira señala que el comportamiento de las gatas en celo es un reflejo de su necesidad de aparearse. La vocalización intensa puede ser vista como una forma de atraer la atención de los machos y asegurar la continuidad de la especie.
El celo en las gatas suele durar entre 7 y 10 días , aunque esto puede variar dependiendo de la gata. Este ciclo de celo, o 'estro', puede repetirse cada 2 a 3 semanas si la gata no queda embarazada, especialmente en épocas de mayor luz solar, como en primavera y verano, cuando el celo es más frecuente debido al aumento de luz.
Durante el celo, es común que las gatas muestren ciertos comportamientos característicos, como maullidos fuertes, posturas de apareamiento y un aumento en el afecto o en el deseo de frotarse contra objetos y personas. Es importante destacar que el celo en las gatas puede resultar incómodo tanto para el animal como para los dueños debido a la intensidad de los maullidos y al comportamiento inquieto de la gata.