Una discusión entre varios hombres en un restaurante de Santa Teresa de Cóbano provocó que uno de ellos fuera expulsado del local durante la madrugada de este sábado. Al parecer, el individuo se quedó en las afueras y esperó a que sus contrincantes salieran para asesinar a uno de ellos, identificado por el Organismo de Investigación Judicial (OIJ) como Esteban Canizales Rojas, de 41 años.
La Fuerza Pública recibió la alerta de la agresión a las 4 a. m., pero al llegar al sitio encontró a Canizales muerto a causa de una estocada en el tórax. El hombre era originario de San José y residía en Cóbano, donde se dedicaba, al parecer, a actividades relacionadas con la cocina. Según datos del Registro Civil, era soltero y no tenía hijos.
El caso quedó en manos de la Policía Judicial para tratar de localizar al agresor, cuyo paradero se desconoce.
Cóbano es un distrito del cantón central de Puntarenas, que suma 70 asesinatos en lo que va del año; el 53% de las 132 muertes homicidas acumuladas en toda la provincia.
Este es el quinto asesinato en Cóbano en lo que va de este año. El 15 de abril una aparente disputa por territorios para la venta de drogas desembocó en un tiroteo que dejó tres hombres muertos en el parqueo de un bar. El 16 de setiembre otro tiroteo en un bar de Montezuma dejó fallecido a un joven de 25 años, de apellido Fernández y otro más resultó herido.
En otro homicidio ocurrido a las 2:06 a. m., un menor de 15 años murió tras ser baleado en una vía pública de Barranca. La Fuerza Pública fue alertada sobre un tiroteo frente a la Escuela Augusto Colombari, donde encontraron al menor sin vida en la vía pública, con tres impactos de bala en el tórax y otros en las piernas.
Al parecer, el menor ya había sido amenazado por grupos rivales que se disputan la venta de drogas en ese distrito de Puntarenas, e incluso en otra ocasión ya habían intentado asesinarlo.
La Fuerza Pública desplegó un operativo en la zona para dar con los sospechosos, pero no lograron detener a nadie.
En Barranca, Chacarita y El Roble, la falta de empleo, el narcotráfico y la pobreza han llevado a muchos menores a ser reclutados por bandas criminales. El deseo de ostentar bienes, o reconocimiento, a menudo los involucra en estas redes, lo que a muchos de ellos les cuesta la vida en plena adolescencia.
Mitad de los adolescentes asesinados en la última década murió en ajustes de cuentas
