Cuatro horas después de anunciar la paralización de la planta potabilizadora de Barranca y de los pozos del acueducto de Esparza, el Instituto Costarricense de Acueductos y Alcantarillados (AyA) descartó la contaminación del agua con el fungicida mancozed tras recibir los resultados de nuevos análisis de laboratorio.
El suministro de agua potable para los habitantes de Barranca y Esparza, en Puntarenas, se restableció a las 4 p.m., informó AyA.
La mañana de este viernes, AyA activó el protocolo ante una posible contaminación, asegurando que lo hizo como medida preventiva. La hipótesis inicial que manejó el Instituto fue que la crecida del río Barranca, debido a las recientes lluvias, arrastró el fungicida que quedó adherido a las piedras desde que un camión cisterna cargado con el químico volcó, a finales de julio pasado. Este accidente provocó el derrame de más de 1.000 litros de Mancozeb, un producto utilizado para controlar plagas de hongos en cultivos.
A finales de julio anterior, Acueductos detectó grandes cantidades de un fungicida tóxico en los pozos y tomas de agua que se alimentan del río Barranca, en Puntarenas.
Esa contaminación fue provocada por un camión cisterna que se volcó el 27 de julio, en la ruta nacional 1, entre San Ramón y Esparza. El 29 de julio, el AyA dijo que tomaría acciones legales contra la compañía responsable del cisterna.
Otros episodios de contaminación hídrica se han registrado en el transcurso de este año. Uno de los que mayor afectación ocasionó sucedió a finales de enero, cuando hidrocarburos contaminaron el agua que reciben 107.000 personas de Goicoechea, Moravia y Tibás.
Por este caso, la Sala IV declaró que AyA lesionó los derechos al buen funcionamiento de los servicios públicos, a la salud y al acceso al agua potable, por no contar con protocolos eficientes para detectar rápidamente la contaminación del agua.
Nota actualizada a las 4:14 p.m. del viernes 18 de octubre de 2024, con información suministrada por AyA.
