Mientras el debate migratorio se traslada a Europa, en Canarias, el gobierno que preside Fernando Clavijo (Coalición Canarias) se cansa de esperar a que los dos principales partidos se pongan de acuerdo para buscar una respuesta a la llegada masiva de migrantes a sus costas. Los datos del Ministerio de Interior, publicados esta semana, reflejan que han entrado al archipiélago 32.878 migrantes, un 39,7% más que los que llegaron desde el 1 de enero hasta el 15 de octubre del año anterior, cuando llegaron 23.537. Este incremento está poniendo en jaque a los recursos de acogida de las Islas, saturados tras años soportando un incesante goteo de llegadas.
El presidente canario aseguró ayer que si esta comunidad no obtiene «en dos semanas» respuestas del Gobierno español y del PP que contribuyan a aliviar la crisis migratoria que vive su Administración regional «tomará sus propias decisiones». Un ultimátum que refleja el hartazgo del presidente autonómico que desde verano reclama una respuesta consensuada al drama migratorio en las Islas Canarias.
Tras visitar el centro de mayores de La Isleta, en Las Palmas de Gran Canaria, Clavijo insistió en que el PP «no ha comunicado oficialmente que no se va a volver a sentar» en la mesa donde Canarias negociaba con ellos y con el Gobierno central un mecanismo que permita distribuir entre todas las autonomías españolas los 6.000 menores migrantes no acompañados que tutela hoy el archipiélago.
Cabe recordar que los populares, junto con Junts y Vox, tumbaron la reforma de la Ley de Extranjería en las Cortes principalmente por la falta de recursos por parte del gobierno central para la acogida de los menores. El presidente canario esgrimió que «ya pasa demasiado tiempo. Ayer llegaron casi 500 personas y, al final, esto se normaliza y las declaraciones de unos y de otros parece que no van orientadas a resolver el problema canario y, por la política de los hechos, Canarias se está convirtiendo en la cárcel del sur de Europa» para todos estos niños y niñas.
