Durante más de 500 años un misterio perturbó a los arqueólogos e historiadores de la cultura hispánica. Desde la muerte del reconocido explorador italiano Cristóbal Colón en el año 1506, sus restos fueron trasladados múltiples veces y hasta el día de hoy no se había confirmado su lugar de descanso.
Sin embargo, una nueva investigación genética llevada a cabo por un grupo de científicos forenses de la Universidad de Granada y liderada por el especialista José Antonio Lorente, logró resolver esta incógnita.
En un proceso que tardó más de dos décadas, los profesionales lograron verificar la ubicación de los vestigios del famoso navegante, a quién se atribuye la primera llegada del Reino de España al continente americano en 1492.
Los restos de Colón se encuentran enterrados en la Catedral de Sevilla desde 1899. Hace más de 20 años se cuestionaba la verdadera procedencia de los restos presentes en la tumba debido a las numerosas veces que fue reubicado antes de su llegada a España.
Inicialmente el explorador falleció en Valladolid pero su cuerpo fue trasladado a la isla de La Española (actual Haití y República Dominicana) en 1542.
Luego pasó por Cuba en 1795 y finalmente llegaron a Sevilla. Pero, debido a la presencia de otros restos en República Dominicana que sospechaban podrían haber pertenecido a Colón, la autenticidad de los huesos que se hallaban en España fue cuestionada hasta hoy.
La nueva investigación se basó en la comparación de los restos de Colón y los de su hijo, Hernando, y su hermano, Diego, quienes también se encuentran enterrados en la catedral de Sevilla.
Lorente confirmó que el hallazgo arrojó conclusiones concretas e irrefutables. La investigación se realizó entre diferentes laboratorios de España, Estados Unidos, México e Italia.
Todos los centros investigativos identificaron la procedencia del ADN de manera independiente y sin haberse comunicado entre ellos.
A pesar de que la teoría más aceptada sostiene que el reconocido explorador procedía de la ciudad italiana de Génova, no existe una confirmación fehaciente de su origen.
La investigación de Lorente sobre el ADN también busca resolver esta latente incógnita. Hay 25 especulaciones diferentes sobre el lugar de nacimiento del personaje histórico, las cuales incluyen posibles raíces españolas, portuguesas, francesas, escocesas y hasta noruegas.