ETA, decimos con razón, va ganando la batalla del relato, de la memoria, por las cesiones de Sánchez a Bildu y por las dejaciones de los demás. Por el olvido, consciente o no. Los jóvenes no valoran la lucha contra el terrorismo, la resistencia democrática, las víctimas que cayeron bajo las balas y las bombas; los jóvenes han pasado página porque no vivieron aquello, porque nadie se lo ha contado y en consecuencia, porque no lo sienten. A ninguno de esos chavales le dará igual ETA después de ver la espeluznante escena de la película 'Infiltrada' en la que el asesino Txapote descerraja un tiro en la cabeza de Gregorio Ordóñez , mientras come junto a María San Gil en...
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