La inflación cerró definitivamente septiembre en el 1,5% después de retroceder ocho décimas, según los datos publicados hoy por el Instituto Nacional de Estadística (INE), que confirman los adelantados dos semanas atrás. Se trata de la tasa más baja en los tres últimos años y medio y está por debajo del umbral del 2% que se ha marcado como objetivo para el IPC el Banco Central Europeo (BCE).
La caída ha sido posible gracias a la reducción de los precios de la electricidad, los carburantes y los alimentos, según ha explicado el instituto estadístico. Estos últimos disminuyeron siete décimas en tasa interanual hasta situarse en el 1,8%, la menor en casi tres años (desde octubre de 2021). Destacó en septiembre la bajada del precio del aceite, que se redujo el 2,2%.
Con el descenso del IPC interanual en el noveno mes del año, la inflación encadena cuatro meses consecutivos de descensos después de las subidas experimentadas en marzo, abril y mayo, que llevaron al IPC a escalar hasta el 3,6%.
La inflación subyacente, que no tiene en cuenta los precios energéticos y de los alimentos, también ha seguido bajando hasta el 2,4%.
Desde el Ministerio de Economía han valorado que la reducción continuada de la inflación sigue reflejando "la capacidad de la economía española de compatibilizar el mayor crecimiento económico entre los principales países de la zona euro, como ponen de manifiesto los datos de crecimiento del PIB del segundo trimestre, con un crecimiento de la economía española cuatro veces superior a la media de la zona euro, con una moderación de los precios".
Estos factores, junto con la positiva evolución del mercado laboral y la mejora de los salarios, "están permitiendo mejorar la capacidad de compra de los ciudadanos y la renta real de los hogares", según Economía.