"Incrementar el tamaño relativo de un entidad en un mercado lleva inevitablemente a un mayor poder oligopólico, en detrimento de los consumidores". Esta contundente afirmación la ha realizado el presidente del Banco Sabadell, Josep Oliu, en la Cámara de Comercio de España en el Reino Unido a la que ha asistido como invitado de honor. En ella ha reiterado su advertencia sobre el "impacto negativo" que la OPA hostil lanzada por BBVA sobre Sabadell tendría entre las pequeñas y medianas empresas si fructifica entre los accionistas la oferta lanzada a los accionistas del banco.
Oliu ha recordado en su discurso que el consejo de administración de la entidad que preside ya rechazó en mayo la oferta por la posible pérdida de valor que podía generar, ya que se trata de un canje íntegro en acciones -aunque ahora cuenta con un pago en efectivo- y estar condicionada, por tanto, a la volatilidad del mercado y volvió a defender su proyecto en solitario porque generará mayor valor que una fusión con BBVA. "La dirección [de Sabadell] se ha ganado la confianza del consejo y creemos firmemente en su propuesta para los próximos años. Afrontamos los riesgos de ejecución de Sabadell como banco independiente, pero los consideramos más manejables, al menos en el futuro inmediato, que los riesgos de ejecución que plantea actualmente la propuesta de BBVA".
También ha señalado que la OPA no cuenta con el apoyo de las asociaciones empresariales, ni las cámaras de comercio en España, el Gobierno y ni siquiera de los propios clientes. "La fusión del banco, la pérdida de su identidad y el desmantelamiento de una empresa que crea valor con éxito y cuenta con un equipo tan motivado como el de Sabadell, tendrán inevitablemente un impacto en la base de clientes y en la dinámica futura del negocio", poniendo en duda el valor que "supuestamente" creará la operación según BBVA.
El presidente del Sabadell ha precisado que Europa necesita bancos con bases "sólidas" y riesgos "diversificados" y proporcionales a su capital, pero ha insistido en que el tamaño no es requisito ni garantía de solvencia, aunque sí puede ayudar a equilibrar los riesgos. Sin embargo, ha señalado que incrementar el tamaño relativo de una entidad conduce "inevitablemente" a aumentar el "poder oligopolístico" en detrimento de los consumidores, refiriéndose implícitamente a la OPA.
Por ello, ha pedido a las autoridades de competencia que analicen estos elementos "caso por caso", aunque ha sostenido que la fusión entre BBVA y Sabadell tendrá un impacto "especialmente negativo" en el segmento de las pymes y cree que debe analizarse en profundidad. Igualmente, ha trasladado su opinión personal de que Sabadell, y por tanto BBVA, ofrecen "más valor por separado que si se fusionasen" y que "la destrucción de un banco que crea valor en solitario" sería perjudicial para el mercado.
En otro orden de cosas, Oliu ha reconocido que los beneficios pueden comportar la consolidación bancaria en Europa, pero ha defendido que "no siempre es buena", resaltando aquellos casos en los que puede no haber una visión compartida por los distintos actores implicados, incluyendo en la ecuación a empleados, clientes, sociedad y políticos. En estos casos, "el valor (de la operación) está en riesgo". También ha defendido la "deseable" Unión Bancaria en Europa y ha confiado en alcanzarla en el futuro. Sin embargo, ha destacado que se trata de una ambición que aun sigue sin despegar y que cuenta con "barreras" que la dificultan, como son la disparidad de regulaciones, incluyendo en materia fiscal, o el contar con un fondo de garantía de depósitos común.
Oliu ha afirmado que la unión bancaria continental es un objetivo que todavía no ha despegado, pero que en su opinión es "deseable" y eventualmente se hará realidad. "Hoy tenemos barreras que trabajan en su contra, como la falta de un marco de seguros de depósitos europeo, algo que urgentemente debe resolver el Consejo Europeo", ha señalado. "Cuando la consolidación doméstica alcanza sus límites debido a la competencia, aspectos necesarios como la fortaleza, el tamaño y la capacidad tecnológica se pueden lograr a través de operaciones transfronterizas, para crear bancos más fuertes y de mayor tamaño".
Aunque la consolidación bancaria puede ser positiva para fortalecer el sistema financiero, "no siempre es buena. Si el proceso de consolidación se produce "como resultado de una visión que pude ser compartida y asumida por los diversos jugadores involucrados, así como por los empleados, los clientes, la sociedad y los políticos, se impulsará el valor", ha dicho. En otro caso, ha apostillado, "el valor estará en riesgo".
Finalmente, ha sostenido que las distintas autoridades de cada Estado deben llegar a un acuerdo sobre estas cuestiones, también analizando el modelo de competencia local que prefieren y la forma en que la consolidación europea pueda comportar beneficios a los consumidores. "Si lo hacen, y si definen un marco de reglas adecuado, pueden dejar que el mercado haga el resto".