Guatemala fracasó en el proceso de elegir a jueces idóneos, afirmó la abogada mexicana Ana Lorena Delgadillo, integrante de un panel de expertos internacionales que monitoreó la selección de los nuevos magistrados.
Los nuevos 13 jueces de la Corte Suprema y 156 de salas de apelaciones para el periodo 2024-2029 asumieron sus cargos el domingo en medio de dudas sobre su probidad, tras ser escogidos por el Congreso de una lista de candidatos confeccionada por una comisión de académicos, jueces y abogados.
"El proceso sigue atado a intereses sectoriales" y "a actores que han dañado la democracia y violado los derechos humanos", dijo Delgadillo en una entrevista con la AFP, al lamentar que fueran elegidos jueces que han perseguido a fiscales, activistas y periodistas que luchaban contra la corrupción.
La abogada mexicana monitoreó este proceso de renovación judicial como integrante de un panel internacional creado por varias oenegés, entre ellas la estadounidense WOLA. Los otros miembros son la excanciller chilena Antonia Urrejola y el exjuez salvadoreño Sidney Blanco.
Delgadillo tiene una larga trayectoria en la defensa de los derechos humanos y forma parte de un grupo de la ONU sobre desapariciones forzadas.
Pregunta: ¿El Congreso eligió a los mejores jueces?
Respuesta: El Congreso y las comisiones de postulación fallaron en su encomienda de elegir a las y los mejores. El Panel [...] desde el primer momento señaló que si la actuación de las comisiones [postuladoras] se apegaba a los estándares internacionales, podrían tener buenos resultados, pero esto no sucedió.
Si bien es cierto que se dejaron fuera ciertos candidatos que internacionalmente habían sido señalados por casos vinculados a la corrupción y por violar derechos humanos, por criminalizar a personas defensoras de derechos humanos, periodistas, exjueces y exfiscales, así como a los pueblos indígenas, fueron designados otros sobre los que pesan también estas acusaciones.
P: El oficialismo muestra cierto optimismo tras la elección ¿se vislumbra un camino hacia la independencia judicial?
R: La ausencia de estándares internacionales, tanto en el trabajo de las comisiones de postulación como en el Congreso, no garantizan la independencia de las juezas y jueces. El proceso sigue atado a intereses sectoriales, gremiales, y a vínculos con actores que han dañado la democracia y han violado los derechos humanos en Guatemala.
Tanto en comisiones de postulación como en el Congreso pudimos ver que ni siquiera hubo una verdadera evaluación de las y los candidatos. Se repite la historia de que ya llegan con pactos armados y pareciera que el proceso de selección es una mera formalidad para 'cumplir' con lo establecido en la ley. Pero la ley se viola si no se elige conforme al mérito, la honorabilidad y la idoneidad.
P: Algunas voces dicen que ganaron las mafias ¿lo considera así?
R: Las y los magistrados electos son vistos por varios grupos de la ciudadanía como actores grises. Sin embargo pueden nacer 'grises' pero tienen la oportunidad de ser transparentes.
Tienen la oportunidad de tomarse en serio la misión que les ha sido encomendada y tomar decisiones con independencia, ya que de sus resoluciones depende la democracia, el Estado de Derecho, pero sobre todo la garantía de los derechos de las y los guatemaltecos. Ahora toca monitorearlos y exigir que cumplan con su encomienda.
Todo este proceso permitió ver la tremenda riqueza de una sociedad civil que durante muchos años ha estado tan involucrada y tiene un nivel de compromiso y profesionalismo con el tema de la independencia judicial, así como de los pueblos indígenas, que han dado una batalla fundamental por la democracia.
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