ue otro de los grandes protagonistas en los actos del Día de la Fiesta Nacional. La presencia del presidente de la Generalitar, Salvador Illa, supuso una verdadera declaración de intenciones del mandatario catalán, que apuesta por una nueva fase en las relaciones entre la Corona y la Generalitat tras años de desaires y feos que tuvieron su máxima expresión tras el discurso del 3 de octubre de 2017 del Jefe del Estado.
La llegada de una presidente socialista a la Presidencia catalana está imprimiendo de un nuevo aire a la relación con la Casa Real. Si Illa decidió acudir a Zarzuela tras ser investido, ayer volvió a romper otro esquema al acudir al desfile y posterior recepción en el besamanos en el Palacio Real tras 14 años de ausencias. Si bien es cierto que no dijo nada nuevo, el presidente catalán hizo una defensa a ultranza de la financiación singular en Madrid.
En declaraciones a los periodistas, Illa aseguró su Presidencia quiere implicar a Cataluña en un modelo de España «plural y diversa». A renglón seguido, hizo una defensa a ultranza del sistema de financiación aprobado con ERC a cambio de su apoyo en la investidura. «No he visto a nadie defender el actual sistema de financiación», aseguró para después defender que «nada de lo que yo he firmado es insolidario con el resto de España».