El recuerdo que atesora de Guanajuato es que es una ciudad muy pequeñita con su granFestival Internacional Cervantino, en donde la gente canta y baila con mucha vitalidad, así que, al regresar al Cuévano, el director y coreógrafo Jean-Christophe Maillot promete que gozará plenamente de ese ambiente, junto con Les Ballets de Monte Carlo.Después de 10 años de ausencia retornan a la capital cervantina para presentar, en la edición 52 del festival, el espectáculo dancístico Coppél-I.A. en el Auditorio del Estado, los días 12 y 13 de octubre.Su presencia se suma a los 116 espectáculos y 133 funciones de teatro, ópera, danza y música, además de las actividades académicas y deportivas, que son parte de la oferta artística brindada por 24 países del 11 al 27 de este mes.Maillot ofrecerá una reinterpretación contemporánea del ballet clásico Coppelia, basado en el cuento El hombre de arena, de E.T.A. Hoffman. Lo que hace es modernizar la narrativa tras incorporar elementos de la inteligencia artificial, haciendo énfasis en los desafíos del amor en un contexto tecnológico.La versión de Maillot gira alrededor de Coppelia, una muñeca de tamaño humano, creación del doctor Coppelius, aunque en tal adaptación, el amor de Frantz y Swanilda se ve amenazado por la aparición de un robot con inteligencia artificial, planteando interrogantes sobre la autenticidad del amor y la humanidad en un mundo dominado por la tecnología. ¿Cómo ha marcado el FIC a Les Ballets de Monte Carlo?Si tuviera que decirte lo felices que estamos de volver al Guanajuato, al festival, sería difícil para mí expresar tanto. Tenemos un gran recuerdo quienes nos presentamos ahí, y sabes que está tan lejos de donde nos encontramos. Es una cultura tan diferente, pero nos hace muy felices poder compartir eso de nuevo. El Cervantino es muy específico, especial, enorme y genial. Es realmente un gran placer, estamos muy emocionados de volver.En relación con esta nueva Coppél-I.A., que verá el público cervantino: ¿cómo lograste unir la tradición con la modernidad?La historia se desarrolla en un pintoresco pueblo europeo, con casas, plazas con sus balcones y plantas, en un ambiente festivo que refleja la cultura local. Nosotros usamos un espacio abstracto, el laboratorio del Dr. Coppel para cambiar la indumentaria tradicional, para ir hacia algo que es mucho más del futuro y más original.Para la música usé la partitura original, aunque montando todo para que, cuando el público lo escuche, se dé cuenta de que en realidad es diferente a lo que solía escuchar antes. Fue algo en lo que estuve pensando durante más de nueve años, teniendo el ballet clásico en mi cabeza, esperando el momento correcto y el resultado es Coppél-I.A.Me tomó mucho tiempo entender cómo podía hacer que esta Coppél-I.A. fuera más contemporánea y te lo voy a decir, en realidad tenía un doble de su cuerpo con silicona, y en realidad era casi como ella y fue tan impactante para mí de repente ver que podía crear algo que se viera como una persona real, que tuve un destello en mi cabeza y pensé que sí, por supuesto, eso es lo que será automático. Me empujó a algo que era muy aterrador, así que es un proceso irracional muy largo.Nos presentaremos en Guanajuato con Coppél-I.A., porque el responsable de la programación del Cervantino nos vio en Barcelona, aparentemente se enamoró del ballet y nos invitó. Me encanta porque es uno de mis favoritos, así que estaba muy feliz de responder a la demanda del festival, y estoy de acuerdo al 100 por ciento con su elección.¿Qué significa para ti servir al arte de la coreografía?Honestamente es compartir con otro ser humano un proceso de creación, tratando de expresar una profunda emoción con la esperanza de que sea lo suficientemente universal, como para que cualquier persona, en cualquier parte del mundo pueda ver y encontrar algo en ella, algo que le transmita a sí mismo. Es solo una herramienta para comunicarme con otras personas a través del escenario.¿La disciplina ha sido el secreto de Les Ballets de Montecarlo?Diré que es más que eso, por supuesto, necesitas ser disciplinado para hacer este trabajo, pero se requiere ser generoso y entusiasta para compartir el trabajo diario con los demás. En Les Ballets de Monte Carlo (compañía refundada en 1985 por su alteza real, la princesa Carolina de Mónaco, cuya primera actuación tuvo lugar el 21 de diciembre de ese mismo año), creo que eso es muy importante cuando trabajo con la gente, de ahí que hable de generosidad al exponer, tanto como podamos, lo que hacemos. Tienen compañía, festival y escuela, ¿cómo se logra conjuntar todo eso?Nuestro país es muy pequeño, con solo 36 mil personas viviendo en él. Y si tengo la compañía, el festival y la escuela es porque es demasiado pequeño para tener tres estructuras diferentes para trabajar.Tenemos la posibilidad de bailar realmente de principio a fin, lo que significa formar a jóvenes bailarines para convertirse en una escuela profesional para crear y ofrecer a la audiencia un gran trabajo.En el festival invitamos a otros coreógrafos para dar la oportunidad a la audiencia de ver un tipo de trabajo muy diferente que sucede hoy en el mundo de la danza, para no solo presentar mi trabajo, sino ofrecer la posibilidad de que se muestre desde el trabajo más radical hasta el trabajo académico tradicional. Es una estructura muy única porque es un país muy único y es por eso que sucedió de esa manera.Maurice Béjart uno de los grandes renovadores de la danza del siglo XX, ¿qué le dejó a Les Ballets de Montecarlo?Fue simplemente muy hermoso porque logré cultivar una relación personal con el coreógrafo francés Maurice desde 1978 y también debo destacar la relación privilegiada que tuvo con la princesa Carolina de Mónaco.Lo veo más como un amigo que estaba apoyando el trabajo que hemos hecho aquí en Montecarlo, lo hizo durante muchos años y hasta el final, eso es lo más importante. ¿Cómo se logra hacer algo nuevo en danza?Probablemente mi interés y mi curiosidad me han llevado a ello. Es difícil analizar y que te encamine a la razón sobre lo que estás tratando de hacer. Creo que básicamente es porque me encanta el ballet clásico más tradicional, pero también disfruto de experimentar con lo contemporáneo.Es mi naturaleza tener curiosidad en forma primigenia, así que cuando veo un ballet tradicional o un bailarín tradicional que tiene una técnica de la academia, solo quiero mantenerlo vivo, y trasladarlo al presente. La realidad del mundo que estamos viviendo hoy, es preocupante, así que no se debe olvidar de dónde venimos.evt
