El Congreso de los Diputados aprobó el pasado jueves la proposición no de ley del grupo parlamentario socialista para reducir la tasa de alcohol al volante de 0,5 a 0,2 gramos por litro (g/l) en sangre, lo que equivale a 0,1 miligramos por litro de aire espirado, dando así recorrido a la propuesta de la Dirección General de Tráfico (DGT) de aprobar una rebaja de la tasa con la vista puesta en 2025. La iniciativa parlamentaria, que se debatió este pasado martes, fue respaldada con 175 votos a favor, 33 en contra y 138 abstenciones. La propuesta, que el Ministerio del Interior ya considera en sus próximos proyectos, responde a la alarmante cifra de que un tercio (el 32,7 %) de los conductores fallecidos en 2023 tenían alcoholemia positiva, según el Instituto Nacional de Toxicología y Ciencias Forenses. El psiquiatra y experto en adiciones, además de responsable de la Oficina Autonómica de Salud Mental y Adiciones de la Comunidad Valenciana, Bartolomé Pérez Galvéz, asegura que « el problema realmente no está a partir de 0,5, sino que 0,5 ya presenta ciertas limitaciones importantes para conducir». «El tiempo de reacción, que es fundamental para conducir, ya está aumentado», señala Pérez Galvéz, quien incide en que le le parece correcto ya que, «bajar a 0,2 e incluso las tendencias van hacia 0, es lo lógico».