En una reciente y sorpresiva propuesta, diversas organizaciones de defensa del consumidor en Estados Unidos, encabezadas por Consumer Reports, han solicitado la prohibición federal de los andadores para bebés. Este movimiento, según expertos, surge por el alto riesgo que representan estos productos para la salud y seguridad de los infantes. Se estima que cada año miles de bebés sufren lesiones graves debido al uso de andadores, muchas de ellas por caídas que, en algunos casos, han resultado fatales.
Los andadores son, sin duda, una ayuda tentadora para los padres, pero las autoridades y especialistas en salud infantil alertan sobre el peligro que implican. Entre los accidentes más comunes se encuentran las caídas por las escaleras, golpes en la cabeza y lesiones internas. Según un informe de la Comisión de Seguridad de Productos para el Consumidor (CPSC) reveló que, entre 2004 y 2008, ocurrieron 3.000 accidentes al año concernientes con el uso de andadores, lo que afectó principalmente a bebés menores de 15 meses. En ese mismo periodo, se reportaron al menos ocho muertes por su uso.
El sistema de vigilancia NEISS reportó que, entre 2021 y 2023, se atendieron 2,467 casos de lesiones asociadas a andadores, saltadores y ejercitadores en salas de emergencia. James Dodington, experto en pediatría, destaca que estos productos no solo incrementan el riesgo de caídas, sino que también pueden causar quemaduras y ahogamientos, especialmente en hogares no acondicionados. Este panorama ha impulsado a diversas organizaciones a exigir medidas inmediatas para proteger a los más pequeños.
Aunque los andadores pueden parecer una herramienta útil para ayudar a los bebés a caminar, en realidad pueden perjudicar su desarrollo natural. Durante los primeros años de vida, el niño atraviesa diversas etapas de maduración psicomotriz, y forzar el proceso de caminar antes de tiempo puede afectar negativamente su postura, equilibrio y coordinación. De hecho, estudios han demostrado que el uso de andadores está relacionado con un retraso en la adquisición de la marcha y la falta de gateo, lo que puede generar problemas a largo plazo.
La Comisión de Seguridad de Productos para el Consumidor de Estados Unidos sigue evaluando la posibilidad de una prohibición total de los andadores. Las organizaciones de defensa de los consumidores señalan que, aunque se han implementado mejoras en la seguridad de estos productos, el riesgo sigue siendo elevado. La salud y bienestar de los niños debe ser la prioridad, y la prohibición de productos que ponen en peligro a los bebés parece un paso lógico y necesario en la protección infantil.
A pesar de que, según la empresa de estudios de mercado MRI Simmons, en 2023 se vendieron 351,000 andadores menos que en 2013, el número de lesiones sigue siendo preocupante. Tanto la Academia Americana de Pediatría (AAP) como organizaciones como Kids in Danger insisten en que estos productos son peligrosos, independientemente de las mejoras en las normas de seguridad, las cuales consideran aún insuficientes.