Bárbara Rey lleva varias semanas en el centro del foco mediático tras la publicación de unas fotografías suyas con el Rey Juan Carlos en la revista holandesa 'Privé' y una entrevista de su hijo, así como de unos audios de comprometidas conversaciones entre la artista y el monarca. Ahora, la vedete ha querido informar y tranquilizar a sus seguidores sobre su estado de salud a través de las redes sociales. «Yo sé que hay mucha gente que me quiere, que sabe qué estoy pasando un momento difícil y que estáis preocupados por mi salud y por cómo me encuentro », ha comenzado su mensaje la artista en una historia de la red social Instagram este jueves, grabado en un restaurante. Y ha continuado: «Os diré que poco a poco voy saliendo adelante . Soy una persona creyente y Dios me ayuda. Bueno, Dios me ayuda mucho, estoy completamente convencida. Cosa que sé que no va a hacer con gente muy malvada que hay por ahí suelta. Digo suelta porque, en realidad, están sueltos». En la publicación, la actriz ha bromeado al enfocar un trozo de salmón que había pedido en el restaurante: «Y también me va a ayudar esto que me voy a comer. Esto me ayuda de una forma diferente , pero es que, claro, hay que darle de comer al espíritu, al alma, pero también al estómago». Bárbara Rey se halla en el centro de la polémica desde la publicación de varias fotos suyas con Don Juan Carlos , así como de audios en los que el monarca realizaba una serie de confesiones a la artista. La vedete grabó al soberano en persona y por teléfono, además de fotografiarlo sin su consentimiento, y usó el material para chantajearlo durante años . El Estado cedió y pactó el pago de más de 600 millones de pesetas de la época, según acreditaron las notas del teniente general Emilio Alonso Manglano, director del Cesid desde 1981 y hasta 1995, recogidas en el libro 'El jefe de los espías', de los periodistas de 'ABC' Javier Chicote y Juan Fernández-Miranda. Por su parte, la actriz pretende denunciar a su hijo , Ángel Cristo, por apropiación indebida del material que sirvió para chantajear al Rey. Fuentes próximas al vástago de la vedete sostienen que no existe ningún robo, porque él siempre fue el custodio, por encargo de su madre, de las imágenes.