Además de un fútbol vibrante, una Champions League y una Premier League, Jurgen Klopp dejó un recuerdo al alcance de muy pocos en un club histórico como el Liverpool. Después de nueve años en su banquillo, el técnico alemán abandonó Anfield con aura de estrella. Por sus resultados, llevando al equipo a los éxitos o a competir siempre por ellos, y por su fuerte conexión con los aficionados y con el alma de este club inglés. Un vínculo que daba continuidad al que logró en otros clubes por los que pasó, caracterizados por sus valores y su relación con el fútbol como el Mainz 05, o el Borussia Dortmund, y que hace aún más sorprendente el giro en el destino profesional del popular entrenador . Alejado de los banquillos desde el pasado 30 de junio por decisión propia cuando le llovían las ofertas, este miércoles se hizo público su fichaje por la multinacional de bebidas energéticas Red Bull , en la que ejercerá «un papel estratégico» como director global de fútbol a partir del 1 de enero de 2025. En lo que al balompié se refiere, Red Bull posee en la actualidad el cien por cien del accionariado en seis clubes de tres continentes : el RB Leipzig alemán, el Red Bull Salzburgo y el FC Liefering austriacos, el New York Red Bulls estadounidense, el Red Bull Bragantino brasileño y su más reciente adquisición, el Omiya Ardija japonés. Y a ellos se podría unir próximamente el Paris FC, de la segunda división francesa. Después de casi un cuarto de siglo en los banquillos, Klopp, de 57 años, se mostró feliz por su cambio de rol. «No podría estar más ilusionado», afirmó en el comunicado oficial de su nuevo trabajo. « Puede que el papel haya cambiado, pero mi pasión por el fútbol y por las personas que hacen del juego lo que es no lo ha hecho ». «Al unirme a Red Bull a nivel global, quiero desarrollar, mejorar y apoyar el increíble talento futbolístico que tenemos a nuestra disposición... Hay muchas maneras en que podemos utilizar el conocimiento y la experiencia de élite que posee Red Bull para aprender de otros deportes y otras industrias», agregó. Sin embargo, frente a la naturalidad con la que el técnico alemán analiza su fichaje por Red Bull, tanto en Inglaterra como en Alemania este ha provocado una gran sorpresa. En el país y en la Bundesliga, donde el RB Leipzig es foco de las iras de los aficionados por representar un tipo de éxito artificial y alejado del fútbol tradicional, la conmoción es importante. Quizás por ello la prensa teutona ha sido la más contundente y se ha mostrado, además de sorprendida, profundamente defraudada con Klopp por traicionar la imagen que hasta el momento había transmitido fichando por un modelo futbolístico multinacional e impulsado por el dinero. «Klopp se presentó en Liverpool como 'The Normal One', en contraste con 'The Special One', Mourinho, lo que le valió elogios y reacciones entusiastas. Ahora, todo parece cobrar sentido para muchos al haber interiorizado los mecanismos normales de esta industria: seguir el dinero. Esta noticia ha causado gran malestar entre los hinchas cuando se enteraron», publicó el diario ' Der Spiegel '. ' t-online.de ' también fue muy duro con este movimiento profesional de Klopp: « Su acuerdo con Red Bull destruye su imagen de hombre intachable y va en contra de lo que, según los seguidores, él representa. Para muchos, parece que ha hecho un pacto con el diablo. Ha derribado su propio monumento en un instante. Su reputación como icono carismático del fútbol alemán está gravemente dañada, dejando a muchos incrédulos. Tal vez este hombre no ame el fútbol tanto como siempre afirmó». También las redes se han llenado de críticas a la decisión del exentrenador de Dortmund o Liverpool. A ese foro acudió Günter Klein, periodista del diario ' Münchner Merkur ' que escribió «Klopp es igual de falso que su dentadura». En su contrato con la empresa energética Red Bull para ponerse al frente de su imperio futbolístico transcontinental, Jurgen Klopp incluyó una cláusula liberatoria en caso de ser requerido por la selección de su país . Así lo desveló ' Sky Alemania '. Sin embargo, la desilusión de buena parte de la afición alemana con la sorprendente actuación del técnico nacido en Stuttgart puede que aleje ese escenario de un futuro próximo.
