El Banco Mundial(BM) redujo en seis décimas sus perspectivas de crecimiento para México este año, hasta 1.7 por ciento, como consecuencia de las altas tasas de interés y de la disminución de la fortaleza del peso.El organismo actualizó sus perspectivas de crecimiento con respecto a los datos publicados en junio y bajó también seis décimas el crecimiento previsto para 2025, hasta 1.5 por ciento, datos por debajo de la media de la región.Esto se debe a "las tasas de interés más altas, la disminución del fortalecimiento del peso y a cierta disminución de la inversión", explicó en una rueda de prensa William Maloney, economista jefe para la región de América Latina y el Caribe del Banco Mundial.Aún así, señaló Maloney, México "tiene un potencial tremendo futuro" y su ubicación geográfica lo convierte "en la zona cero" para tener éxito en políticas como el 'nearshoring', el acercamiento de la producción, que están llevando a cabo países como Estados Unidos.Maloney fue preguntado sobre si la nueva presidenta, Claudia Sheinbaum, debería llevar a cabo una nueva reforma fiscal para ganar liquidez, financiar sus proyectos de infraestructura y combatir la pobreza."México ha logrado un gran progreso en los últimos años en materia de pobreza y, por supuesto, hay más por hacer", afirmó."Trabajar en términos de infraestructura, innovación y educación, es absolutamente clave para que el país dé el siguiente paso", afirmó el economista.Crecimiento de América Latina y el Caribe se desacelerará al 1.9%El crecimiento de América Latina y el Caribe se desacelerará al 1.9 por ciento este año desde 2.1 por ciento en 2023 antes de crecer otra vez en 2025, dijo el Banco Mundial, que advirtió en un informe que hasta ahora la región ha perdido la oportunidad de avance generada por los cambios globales en las cadenas de suministro.La inversión pública y privada sigue siendo insuficiente, mientras que la promesa de oportunidades de crecimiento derivadas del "nearshoring" no se ha cumplido. Las razones principales de ello siguen siendo el alto costo del capital, los bajos niveles de educación, la infraestructura deficiente y la inestabilidad social, según el Banco Mundial."A pesar del entusiasmo por el 'nearshoring', la inversión extranjera directa sigue estando por debajo de los niveles de hace 13 años en términos reales", señaló el reporte.La estimación de crecimiento del 1.9 por ciento es mayor que las previsiones del 1.8 por ciento en junio y del 1.6 por ciento en abril.Sin embargo, se prevé que el crecimiento en las dos mayores economías de la región, Brasil y México, se desacelere al 2.8 por ciento y 1.7 por ciento, respectivamente, por debajo de las expansiones del 2.9 por ciento y 3.2 por ciento de 2023.Argentina y Haití siguen siendo los únicos dos países de la región en los que se espera una contracción económica este año, antes de recuperarse de manera desigual y crecer en 2025.Se estima que para el próximo año la economía de la región se acelerará a una tasa de crecimiento del 2.6 por ciento, un descenso respecto del pronóstico anterior del Banco Mundial del 2.7 por ciento.La desigualdad sigue siendo muy alta en toda la región y los altos impuestos a la inversión productiva limitan el crecimiento, señaló el BM.Esto, junto con una escasez persistente de fondos gubernamentales, indica que gravar la riqueza es una opción para aumentar los ingresos, según el informe, que advierte que es necesario gravar a los ricos de manera inteligente."Los activos financieros son fáciles de mover y ocultar, y rastrearlos requiere una importante coordinación global", señala el informe, mientras que "las propiedades, como los bienes inmuebles, son generalmente menos móviles y más fáciles de valorar".El informe señala que 80 por ciento de la riqueza de la región está en manos de bienes raíces.Si bien esa cifra disminuye a nivel mundial a medida que los países alcanzan un mayor desarrollo, "la proporción de riqueza vinculada a la propiedad es especialmente alta en América Latina y el Caribe, lo que refleja una marcada preferencia cultural por la vivienda y tal vez una preferencia por una cobertura tangible contra los episodios recurrentes de inflación".MRA