El Partido Morado sopesa avances y dificultades en intento de fortalecer un centro político rumbo al 2026. Mientras suma algunos líderes en diferentes regiones, enfrenta conflictos sobre su dirigencia, con riesgo de impacto en postulaciones en ciernes y en la búsqueda de alianzas con otros grupos para lograr una opción competitiva.
El expresidente Francisco Sagasti es la opción ideal para su candidatura presidencial, según varios sectores del partido y afines que esperan que cambie su posición de no participar en la contienda electoral.
“Nuestro deseo es que los mejores nos representen, con lo cual mantenemos la esperanza de que personalidades históricas de nuestro partido, como el presidente Sagasti, participen” dice Luis Durán, presidente de la agrupación.
Desde el mes pasado, Sagasti llama a unirse al Partido Morado con miras en las elecciones regionales y municipales a realizarse también en el 2026. En un video, difundido en redes sociales, reconoce que la agrupación cometió errores, pero aduce que se está renovando. El calendario marca un plazo, que vence hoy, lunes 7, para afiliarse y poder candidatear en ese proceso para gobiernos regionales y municipios.
Sagasti está fuera del Perú en eventos internacionales desde hace una semana y regresa a Lima a mediados de mes. “No estoy al tanto de los últimos eventos en el partido” comentó brevemente al mencionarle esa expectativa desde el partido.
El exgobernador de Cajamarca y excongresista Mesías Guevara, incorporado al Partido Morado en mayo de este año, casi seis meses después de haber dejado Acción Popular, es otra figura expectante, aunque nueva, en la organización.
“Aspiro estar en la plancha presidencial. Pero dependerá de lo que decida el partido” expresó el cajamarquino.
Sobre la expectativa de que Sagasti encabece esa lista, agregó: “Para mí sería lo ideal”.
Asimismo, dirigentes de esta agrupación política conversan con otras agrupaciones con miras a reconocer posibilidades de construir una alianza. Una de estas es el nuevo partido político Ahora Nación, que integra el rector de la Universidad Nacional de Ingeniería (UNI) y economista Alfonso López Chau. Ya en febrero del año pasado, se supo que fue citado por la dirigencia ‘morada’ y el académico descartó afiliarse a esta organización porque es crítico de usar vientres de alquiler; es decir, entrar a un partido solo para poder candidatear.
En Ahora Nación, empero, algunas fuentes aseveran que las conversaciones con los ‘morados’ son todavía incipientes.
La aspiración de sumar fuerzas en alianza política ha sido planteada antes por Sagasti y lo reitera ahora López Chau,
Primero La Gente, otro partido reciente que ahora integran las excongresistas Flor Pablo, Susel Paredes —ambas exmoradas— y la exministra Marisol Pérez Tello, también ha sido parte de estas conversaciones.
“No ha habido nada formal aún, ha sido un acercamiento a uno de nuestros dirigentes. Con quien sí hemos tenido mayor diálogo es con Ahora Nación. Todavía es pronto para cerrar alianzas. Pero es algo que se está conversando. No está descartada esa posibilidad (aliarse con los morados)”, dice Manuel Ato, apoderado del grupo Primero La Gente.
Libertad Popular, partido del exprimer ministro Pedro Cateriano y del empresario Rafael Belaunde Llosa, es otra agrupación considerada en la búsqueda de entendimientos.
“Hemos intercambiado puntos de vista con muchas agrupaciones de diversas tendencias, pero únicamente para conversar sobre características del proceso electoral que viene. No hemos hablado de coincidencias políticas, acuerdos programáticos ni nada por el estilo. Para definir eso, queda un año aún” dice Belaunde.
El Partido del Buen Gobierno, del exministro Jorge Nieto, también ha tenido algún acercamiento de los morados.
Adhesiones y marca
Los dirigentes morados destacan algunas adhesiones en el interior del Perú. En Ayacucho, se ha incorporado el biólogo Homero Ango, director del hospital regional y exrector de la Universidad Nacional San Cristóbal de Huamanga.
En Apurímac, destacan aún la incorporación del ex congresista Richard Arce, quien ya en la campaña del 2021 dio su apoyo público a la candidatura presidencial de Julio Guzmán, fundador del partido y hoy alejado de la actividad partidaria.
En Puno, la educadora Leonor Chambi mantiene su militancia ya desde el 2017, cuando fundaron el Partido Morado.
En el Cusco, se ha sumado el movimiento regional Autogobierno Ayllu, de la enfermera y excandidata al gobierno regional Rosmi Rivas Hurtado.
Mientras, el Partido Morado sigue un proceso en Indecopi (Instituto de Defensa de la Competencia y Protección de la Propiedad Intelectual) para tener la titularidad de las marcas Partido Morado y Jóvenes Morados, inscritas a nombre de Guzmán. No obstante, cuenta con la inscripción en el Jurado Nacional de Elecciones (JNE), que le permite participar en los procesos electorales.
Para este mes, se espera pronunciamiento de Indecopi.
Vaivenes
El Partido Morado tuvo su mejor momento en las campaña electoral del 2020 para la conformación del Congreso posterior a la disolución del Legislativo decretada por Martín Vizcarra. Poco antes de la votación sin embargo, estalló el escándalo de Guzmán corriendo de un incendio de un departamento en que estaba con una dirigente morada y cayó el potencial electoral: el Partido Morado obtuvo solo nueve congresistas, pero las encuestas preveían una mayor éxito antes de ese ampay.
El impulso venía desde el 2016, cuando en la campaña para la Presidencia del Perú, Guzmán apareció en sondeos cerca de un triunfo en segunda vuelta contra Keiko Fujimori, en vez de Pedro Pablo Kuczynski, pero el morado, entonces en otro partido, fue sacado de la competencia por el JNE debido a fallas en el procedimiento de su candidatura.
Con esa experiencia, creó su partido y el 2020, tras el escándalo del incendió, logró tener una bancada que incluía Sagasti. Cuando ese Congreso vacó a Vizcarra, puso a Manuel Merino de gobernante y este dimitió tras las muertes en la represión del estallido social contra esta decisión, eligió a Sagasti para que presida el país en una transición que supere la crisis, en plena pandemia.
Guzmán no se recuperó y el 2021 solo logró el 2.26% de los votos. El partido solo tuvo tres congresistas, hoy todos fuera, y salvó su inscripción en el JNE.
Ahora, la dirigencia enfrenta cuestionamientos internos. Duran recibió a fines de setiembre una resolución del tribunal disciplinario regional de Lima de su partido que dispone expulsarlo de la agrupación por una denuncia de un militante, Aldo Solari, que lo acusa de difamarlo. Duran alega que no vale esa decisión porque el estatuto del partido establece que solo el tribunal disciplinario nacional puede resolver casos sobre el presidente del partido, no uno regional.
“No he sido expulsado. Conforme al estatuto, eso solo se puede hacer por un tribunal de disciplina nacional elegido por la Cumbre Morada (máxima instancia del partido). El documento ha sido recurrido para que todo vuelva al cauce estatutario” alega Durán.
Luis Arias, hasta hace poco secretario general, recibió orden de suspenderlo por el mismo tribunal regional por presuntos excesos en la gestión de un chat partidario. Arias decidió suspender sus actividades.
El partido anunció que el CEN (Comité Ejecutivo Nacional) eligió como nueva secretaria general a Lilia Salcedo, dirgenta ‘morada’ que postuló el Congreso sin éxito el 2020.
Para el próximo sábado 12, se ha convocado una Cumbre Morada extraordinaria, en que se buscará resolver controversias sobre procesos disciplinarios. Para el domingo 20, se alista una cumbre ordinaria.
Con el 2026 acercándose, las fricciones enrarecen el clima partidario. Unos prevén a Sagasti postulando al Senado. Otros recelan de Durán. Un sector alega que fuerzas oscuras quieren imponerse. En el mes morado, casi falta un milagro.
La denuncia que se esgrime para disponer expulsar al presidente de la agrupación, Luis Duran, escaló desde una sindicación sobre vínculos del contador con una empresa del Estado.
Aldo Solari, militante morado y excandidato a alcalde de San Miguel (Lima), denunció a Durán ante el tribunal disciplinario nacional alegando que este lo difamó al insinuar que quería que lo contraten. “Yo le revelé que el contador Mauro Vento integraba el directorio de una empresa estatal del Gobierno de Pedro Castillo y que su asistente dio un servicio a Perú Libre. Vento dijo que yo quería que me contraten y Durán replicó eso en una reunión de ‘morados’”, dice Solari.
“Vento fue contador del partido desde la directiva de Julio Guzmán. Un reportaje señaló que integraba Esvicsac. Vento nunca nos comunicó formalmente eso. Al poco tiempo, dejó ese directorio y siguió trabajando en el partido hasta que salió”, comentó Durán. Afirma que el caso se revertirá.
Trayecto. En 2021, el Partido Morado tuvo 2,261% de votos en la candidatura presidencial de Julio Guzmán y tres congresistas. El 2022 logró un regidor provincial y uno distrital.
Referencia. En agosto último, en encuesta del IEP, el 1,7% dijo que Francisco Sagasti sería buen candidato a presidente. En julio del 2021, el 52% aprobó gestión de Sagasti como presidente del Perú, en sondeo del IEP.
—¿A quiénes ven para tentar la presidencia del país?
—Tenemos líderes: el expresidente Francisco Sagasti; el presidente del partido, Luis Durán; Mesías Guevara, Richard Arce, Homero Ango. Y otros más jóvenes. Cualquiera de ellos puede ser precandidato a la presidencia del Perú.
—Sagasti negó que postulará. ¿Se está reconsiderando?
—Él es el principal activo del partido y uno importante del país. Es el único expresidente vivo no acusado de corrupción. Para muchos de nosotros, sería el candidato ideal del partido. Ha dicho que no tiene en planes postular. Esperamos que no sea una comunicación definitiva. Estamos a más de un año de la inscripción de los candidatos. En el Perú y en cualquier país es un periodo bastante largo en que muchas cosas pueden pasar.
—Si él persiste en no postular, ¿la otra opción más cercana sería Mesías Guevara?
—Le he señalado varios nombres: Guevara, Arce, Ango, Durán, hay otros jóvenes también. Elegiremos a nuestros precandidatos y candidatos mediante procesos democráticos y meritocráticos.
—¿Piensan participar en las elecciones presidenciales solos o ir en una alianza?
—El próximo proceso electoral será inédito en el país por la cantidad de partidos que participarán. Tenemos a 35 partidos inscritos y aproximadamente 30 en proceso de inscripción, lo que hace un total de 65 partidos que posiblemente participen, quizás vayan 40 o algo más. Sería un récord Guinness. Eso genera una alta incertidumbre para la ciudadanía. Lo ideal es que podamos conformar alianzas. Tuvimos conversaciones desde hace meses con distintas organizaciones políticas.
—¿Puede decir algunas?
—Ahora Nación, Libertad Popular, Primero La Gente, Partido del Buen Gobierno, pero son acercamientos, no acuerdos concretos. También conversamos con otros líderes. No hay incentivos adecuados en las normas electorales para que estas alianzas se concreten: si uno se alía con otra agrupación política, la valla electoral (decide si el partido salva si registro o no) sube un punto porcentual por cada adicional. Con tantas agrupaciones, pasar la valla se dificulta y si uno se junta con otro partido, la valla crece. Esperamos normas electorales que incentiven la formación de alianzas.
—¿Qué pasa en el partido que un tribunal interno dispone expulsar a su presidente y suspenderlo a usted?
—Un grupo minoritario pretende generar incertidumbre adentro. Con métodos inaceptables, han iniciado un intento de expulsar a su presidente, pero en violación del estatuto, porque, según esta norma, al presidente solo puede ser sometido a un procedimiento de ética por el tribunal nacional disciplinario y lo ha hecho uno regional.
—¿Por qué usted puso en suspenso a sus acciones partidarias si alega que ese tribunal regional no tiene la competencia para suspenderlo?
—Porque para defendernos necesitamos una secretaria general que no sea juez y parte.