Joe Biden, presidente de Estados Unidos, ha destinado una millonaria suma de dinero para apoyar a miles de inmigrantes indocumentados que se han visto afectados por el paso del huracán Helene, el que se ha convertido en el más mortífero desde Katrina.
El huracán Helene ha dejado una devastación sin precedentes en el sureste de USA, con un saldo de más de 200 fallecidos. Carolina del Norte ha sido el estado más afectado, con más del 50% de las víctimas mortales, y localidades enteras han sido arrasadas por la furia de la tormenta.
Joe Biden a través de la Agencia Federal para el Manejo de Emergencias (FEMA) y su programa conocido como Alojamiento y Servicios (SPP), que tiene como objetivo proporcionar asistencia económica a través de organizaciones no federales, como entidades sin fines de lucro, buscará apoyar a los inmigrantes indocumentados afectados por el fenómeno natural.
El huracán Helene ha tenido un impacto significativo en la comunidad inmigrante indocumentada en Estados Unidos. Para mitigar estos efectos, FEMA ha asignado 640,9 millones de dólares para ayudar a estas personas. La agencia se dedica a apoyar a los estadounidenses antes, durante y después de desastres naturales, utilizando un enfoque estructurado y eficaz en la gestión de emergencias.
La ayuda proporcionada por el gobierno de Biden a los inmigrantes indocumentados afectados por la tormenta refleja un compromiso con la asistencia humanitaria y la gestión eficaz de emergencias. Este enfoque busca no solo mitigar los daños inmediatos, sino también apoyar a las comunidades en su recuperación a largo plazo.
El Programa de Alojamiento y Servicios (SPP), establecido en 2003, tiene como propósito principal asistir a la Patrulla Fronteriza en la liberación ordenada y humanitaria de inmigrantes indocumentados retenidos en centros de detención temporal. Este programa es crucial en tiempos de desastres naturales, como el huracán Helene, para asegurar que los afectados reciban el apoyo necesario.
Como se sabe en respuesta a las críticas de Donald Trump sobre la gestión del huracán Helene, Joe Biden ha defendido sus acciones, afirmando que su administración ha respondido adecuadamente a las necesidades de los afectados.
Kamala Harris, por su parte, ha estado activa en la evaluación del impacto del huracán en Carolina del Norte y ha estado recibiendo informes sobre los esfuerzos de recuperación en las comunidades afectadas.
El huracán Helene ha dejado más de 200 muertos y cientos de desaparecidos en el sureste de Estados Unidos, convirtiéndose en el ciclón más mortífero desde Katrina en 2005. Carolina del Norte ha sido uno de los estados más afectados, con localidades enteras devastadas y casi un millón de hogares sin electricidad una semana después de que la tormenta tocara tierra en Florida.
El presidente Joe Biden ha visitado las zonas afectadas en Florida y Georgia, observando los daños desde el aire y prometiendo apoyo continuo a los residentes. En Ray City, Georgia, Biden aseguró a los habitantes que el gobierno federal permanecerá hasta que la recuperación esté completa. La declaración de zona de desastre en varios estados ha permitido la movilización de ayuda federal.
En Carolina del Norte, la situación es crítica, con decenas de miles de personas sin acceso a agua potable, especialmente en la zona montañosa de Asheville. La devastación ha sido tal que algunos residentes describen la experiencia como haber sobrevivido al Apocalipsis. En Carolina del Sur, una pareja de ancianos murió cuando un árbol cayó sobre su casa durante la tormenta.
