A estas alturas se le podrán decir muchas cosas a Leticia Sabater , pero no que le falte arrojo. Y allá que se fue a una residencia de ancianos de Zaragoza para mostrar su indescriptible show a los mayores del lugar, que se quedaron realmente impresionados con el show de la artista catalana y se entregaron sin desmayo a los muchos hits de la cantante. Es cierto que lejos quedan ya aquellos primeros años de la década de los 90, cuando una joven Leticia Sabater se abría paso en el mundo de la televisión después de llamar la atención como azafata de la Vuelta a España de ciclismo. Hasta llegar a estos 58 años que ahora tiene, donde sigue en la brecha . Aunque de otra manera. Próxima a estrenar nueva década, Leticia Sabater se mantiene en un perfil algo más anónimo que antaño, pero no por ello deja de trabajar. Donde sea y como sea. Si hay que hacer una surrealista aparición en televisión, se hace. Si hay que mostrar una operación increíble (de no creer) de abdominales, se muestra. Y si hay que cantar «18 centímetros papi» en una residencia de ancianos, se canta. De tal forma que Leticia Sabater cogió sus bártulos -que no son tantos- y se desplazó a Zaragoza para su nueva actuación. Esta vez no era sobre un escenario delante de fogosos y ardientes jóvenes, sino antes una audiencia que probablemente ya haya visto de todo, menos algo como lo suyo. Fue en la residencia asistencial Los Ángeles , ubicada en el barrio de las Delicias, donde la catalana hizo vibrar a personal y residentes. Por allí desfiló la responsable de composiciones tan inmortales como «El polvorrón» («Navidad, polvo y ron»), «La salchipapa» («Lo baila papito, lo baila mamita»), «Toma pepinazo» («Siete Gin-Tonics, dos tequilas y un buen pedo pa' demostrarte que ya no eres el que quiero») o la ya reseñada «18 centímetros papi» («Qué rico despertarme contigo desayunando hamburguesa»). A pesar de las peculiaridades de la audiencia, Leticia Sabater no cambió su habitual vestuario y se presentó en la residencia tan ligera de ropa como suele , esta vez apostando por el azul, y dejando bien visibles sus alucinantes abdominales y unas ligas de infarto. Fue el preludio a su esperadísima actuación en la capital aragonesa prevista para el 12 de octubre en el marco de las Fiestas del Pilar, una cita para la cual ya está completamente preparada, según demostró en la residencia de mayores, quienes llevaban anudados el cachirulo típico de las fiestas de la ciudad maña al estar ya en vísperas de su semana más grande. Como siempre, Leticia Sabater se mostró muy simpática y cariñosa tanto con los ancianos y ancianas como con los trabajadores de la residencia. Y su actuación fue tan impactante que incluso logró levantar a los residentes de sus asientos y ponerlos a bailar. La catalana aseguró al periódico «Heraldo de Aragón» que « el concierto en la residencia fue precioso » y explicó: «La gente mayor son ángeles para mí. Todos me conocían. Es un privilegio poder hacer este tipo de actos. Por un momento bailan, cantan y se olvidan de cualquier problema o dolor que puedan tener». La propia Leticia Sabater puso un mensaje en su Instagram con una imagen de su concierto entre el entusiasmo del personal y los residentes con el siguiente texto: «Muchas gracias a todos por el concierto tan divertido y participativo en la residencia Los Ángeles ». A su lado aparecían incontables mensajes de felicitación a la artista.