A punto de alcanzarse el primer cuarto de LaLiga hay un equipo que sorprende al mirar la clasificación: el RCD Mallorca. Sexto, en posición de Europa League, y con una racha de tres victorias seguidas. Después de una temporada en la que se tambaleó varias veces y el descenso fue una posibilidad más que real, las sensaciones en Son Moix son de que se puede lograr algo importante. O, al menos no pasar los apuros de cursos anteriores.
Y esta transformación tiene un responsable: Jagoba Arrasate. El técnico de Berriatua ha sido todo un soplo de aire fresco desde su llegada en junio, cuando dejó un proyecto asentado en Primera como Osasuna. De hecho, lo clasificó para la Conference League, pero una sanción de la UEFA por unas antiguas primas a terceros dejaron el equipo navarro sin fútbol europeo. También logró entrar en la segunda final de Copa del Rey de su historia. Cayó ante el Real Madrid, pero se clasificó para la Supercopa.
Todo eso dejó atrás Arrasate después de seis temporadas para irse a las islas, donde ha firmado hasta junio de 2027. Desde que llegó, el primer cambio fue pasar de la línea defensiva de cinco a una de cuatro, buscando un estilo más ofensivo y sin renunciar al balón. Como consecuencia, el Mallorca ha pasado a ser un equipo valiente y respondón, capaz de ganar a rivales como el Real Betis –incluyendo remontada– o la Real Sociedad. En el estreno de la temporada fue capaz de arrancarle un empate al Real Madrid.
Es más: los bermellones viven su mejor arranque en los últimos 15 años. La ilusión y el optimismo se han instalado en la capital balear. El equipo no ganaba tres partidos seguidos desde 2013 y, en caso de llegar la cuarta victoria frente al Espanyol, se metería definitivamente en el grupo de arriba, tras la estela de los grandes.
Por poner las cifras en contexto, el año pasado el equipo tenía siete puntos, justo la mitad, a estas alturas de campeonato. Y no alcanzó los 14 que tiene ahora hasta la jornada 16. Todo esto con una inversión de 2,3 millones deeuros en el mercado de fichajes y con Muriqi, en teoría su jugador referente, lesionado. El aterrizaje de Arrasate en Mallorca es dificílmente mejorable y por ahora es el equipo revelación de la temporada. «Euforia creo que no hay, es más ilusión y venderla es muy peligroso, pero generarla es maravilloso. El fútbol es el motor de mucha gente, es lo bonito del fútbol y nosotros tenemos que hacer muchas cosas bien para ganar», asegura.