Ha ocurrido en la localidad marroquí de Meknes. Las investigaciones iniciadas por la Policía Judicial concluyeron que la sospechosa había momificado en sal el cuerpo de su madre, fallecida a los 80 años, en el interior de la casa, para evitar la descomposición del cuerpo y la emisión de olores desagradables .
La mujer, de 38 años, que aparentaba una inestabilidad psicológica, permaneció aislada durante muchos meses y se negó a que sus familiares y vecinos visitaran su casa para ver cómo estaba su madre. Una vez utilizó la violencia y otra vez les dijo que había emigrado a Alemania. .
Pasado un año, el hermano informó a las autoridades de seguridad quienes lo acompañaron hasta la casa y descubrieron el cuerpo en una escena aterradora e impactante, según medios marroquíes. Yacía sobre la cama, vestía ropa ligera y parecía un esqueleto. La autora ocultó el cuerpo por temor a ser echada de la casa en la partición de la herencia.