Georgia y John McGinty, un matrimonio estadounidense, no podían prever cuando contrataron un servicio de Uber para desplazarse dentro de Nueva Jersey que aquel viaje se convertiría en uno de los mayores calvarios de su vida. Su conductor se saltó a toda velocidad un semáforo en rojo y fue embestido por otro automóvil, lo que les provocó «graves daños físicos, psicológicos y financieros» . En el accidente, Georgia sufrió varias fracturas en las vértebras cervicales y lumbares y las costillas , además de otras lesiones físicas que requirieron cirugías y otros procedimientos. A su vez, John sufrió una disminución del uso de su muñeca izquierda y se fracturó el esternón. Así lo refleja un expediente judicial recogido por la cadena de televisión 'CNN', que acredita que la pareja sufrió lesiones que les dejaron secuelas de por vida. No acabó ahí su desgracia, sino que, cuando quisieron interponer una demanda contra la compañía, no pudieron hacerlo debido a las condiciones aceptadas al utilizar la aplicación de Uber Eats. En base a esos términos, los McGinty están sujetos a una cláusula por la que no pueden llevar el caso ante un jurado en un tribunal, sino que deben resolver el conflicto mediante un arbitraje . A pesar de todo, la pareja trató de demandar a Uber, sin éxito, pues la Justicia dictaminó que no podían hacerlo por haber aceptado previamente las condiciones de la empresa, iguales en Uber Eats. En su defensa, el matrimonio adujo que fue su hija, de entonces 12 años, quien aceptó los términos por última vez con el teléfono de su madre al pedir una pizza en Uber Eats , según recoge la cadena. El tribunal de apelaciones que valoró el caso determinó que los términos de la compañía son «válidos y ejecutables». Estos reconocen que «las disputas relacionadas con accidentes automovilísticos o lesiones personales se resolverán mediante arbitraje vinculante y no en un tribunal de justicia». Por su parte, Uber detalló a CNN que Georgia McGinty «aceptó los términos de uso de Uber, incluido el acuerdo de arbitraje, en múltiples ocasiones », para realizar viajes gracias a los servicios de la firma. La pareja se ha confesado «horrorizada» en declaraciones a la cadena de televisión y critican el «lenguaje contractual oculto en un acuerdo de usuario de una decena de páginas» que permite a una «gran corporación como Uber» evitar ser demandada. El caso presenta paralelismos con el intento de Disney de evitar ser demandado por una muerte en uno de sus parques temáticos (en su caso, por los términos de una membresía de Disney+) antes de que la compañía cambiara de opinión .