Siempre hablamos mucho sobre cómo septiembre, con su cercanía al otoño, llama a cambiar, a romper con todo lo que no nos guste de nosotras y dar un giro de 180 grados. No en vano es considerado como el segundo inicio del año. Una mentalidad compartida que también llevan a cabo todo tipo de celebrities, solo hay que ver, por ejemplo, el radical cambio de look de Edurne, que ha abandonado su característica melena rubia para pasarse a un pelirrojo cobrizo que no puede sentarle mejor.
Pero no es la única. Esta semilla de cambio la hemos visto incluso dentro de la familia real de Holanda. Y es que ayer se celebró el Prinsjesdag o Día del Príncipe, una de las fechas más importantes en la política neerlandesa al que acuden los miembros más importantes de la realeza holandesa. Este año hemos podido ver desde a la gran Máxima de Holanda hasta a sus hijas, Amalia de Holanda, heredera al trono de los Países Bajos, y la princesa Alexia de Holanda.
Este año ha sido la segunda vez que la princesa Alexia de Holanda ha acudido al Día del Príncipe y lo ha hecho con un look que ha sorprendido a todos. No solo por lo inusual del peinado si tenemos en cuenta el estilo habitual de la princesa, sino también por la elección del vestido que ha hecho. Y es que la princesa ha optado por un peinar su flequillo en un llamativo tupé, con el que ha dado a su particular cabello caoba mucho movimiento y volumen.
Algo que nos ha dejado a todas boquiabiertas, pues Alexia de Holanda suele acostumbrar a llevar el cabello suelto o con recogidos sencillos, no con tanto volumen como en esta ocasión. Una apuesta arriesgada que la princesa ha suavizado con la elección de su vestido: un diseño que ya llevó su madre, Máxima de Holanda, en dos ocasiones. Se trata de un vestido de una de las marcas favoritas de Máxima de Holanda, Natan, en un intenso color rojo.
Un diseño con un discreto escote en V que se ciñe a la cintura para estilizarla antes de caer en una falda con mucho vuelo de gasa con la que obsequiar de movimiento al conjunto. La princesa Alexia de Holanda ha optado por combinarlo con unas sandalias beige de piel, un bolso tipo sobre que también llevó antes su madre, Máxima de Holanda, y un divertido collar de oro con piedras.
Como decíamos, este vestido rojo que ha lucido Alexia de Holanda para su segunda aparición en el Día del Príncipe es herencia de su madre, Máxima de Holanda, quien lo llevó en dos ocasiones. La primera en fue 2002 también para el Día del Príncipe (aunque aquí ella optó por llevarlo junto a una chaqueta para resguardarse del frío), y la segunda en una recepción con el presidente mexicano Vicente Fox en 2003: