La depresión no discrimina por género, edad o procedencia geográfica. Sin embargo, en Costa Rica, las estadísticas hablan de una población entre la cual este trastorno se ha vuelto más común: las mujeres entre 45 y 59 años.
Datos del Ministerio de Salud señalan que en las primeras 33 semanas del año (que finalizaron el 17 de agosto) se habían contabilizado 6.009 casos. De estos, 1.108 se dieron en las últimas ocho semanas.
Estos números, sin embargo, representan un subregistro. Esta estadística corresponde a las personas que buscaron ayuda en un servicio de salud público o privado y recibieron un diagnóstico. Hay personas que por diferentes razones no acuden a los centros de salud o desconocen su condición, por lo que no aparecen en estos números.
La información de salud señala que el 72,8% de los casos de depresión se da en mujeres, lo cual representa 165,8 por cada 100.000 mujeres. En el caso de los hombres, la tasa es de 61,2 por 100.000.
“Las mujeres de todas las edades mantienen la tendencia a lo largo de este año, presentando las tasas más altas en relación con los hombres”, cita el Boletín Epidemiológico difundido la tarde de este 13 de setiembre.
Pero cuando se desagrega por edades, se ve que quienes tienen entre 45 y 49 años tienen una tasa de 231,9 por cada 100.000 mujeres en ese rango de edad. Entre los 55 y 59 baja ligeramente a 229,2. En los hombres, el punto de la vida con más depresión es después de los 75 años, pero no se acerca a lo visto por ellas, porque alcanza un máximo de 108,2.
La verdadera y la falsa depresión
Gloriela Brenes Murillo y Siany Cordero Abarca, funcionarias de la Dirección de Vigilancia de la Salud del Ministerio de Salud, recordaron que la depresión se caracteriza por un bajo estado de ánimo o pérdida de interés por realizar actividades o de placer al realizarlas.
Los episodios depresivos duran la mayor parte del día, casi todos los días, durante al menos dos semanas. Un individuo con depresión puede tener trastornos del sueño y cambios de apetito. También puede experimentar disminución de la autoestima, ideas en torno a la muerte y desesperanza respecto al futuro.
Estos son los síntomas más comunes de la depresión:
También pueden presentarse estas otras manifestaciones:
Depresión también acecha al final de la vida; húyale
La Organización Mundial de la Salud (OMS) indica que las mujeres son casi el doble de propensas que los hombres a trastornos depresivos. Esto se debe a una mezcla de factores hormonales, genéticos y de la carga de responsabilidades que conllevan. Por ejemplo, los trastornos premenstruales, el embarazo y el posparto son épocas de vulnerabilidad.
Sin embargo, la mujer también tiende más a buscar ayuda y atención profesional, por lo que el subregistro en los hombres es mayor.
Dicho esto, a partir de los 45 años la mujer entra en una etapa más vulnerable a trastornos depresivos. Es normal que las mujeres de esta edad experimenten la perimenopausia, la antesala de la menopausia. Es una etapa de cambios hormonales mayores, en donde los niveles de estrógeno y progesterona fluctúan.
En mayo pasado, un estudio publicado en el Journal of Affective Disorders analizó siete publicaciones científicas que tomaron en cuenta a 9.141 mujeres en transición a la menopausia. Los autores concluyeron que las mujeres en esta etapa tienen un 40% más riesgo de experimentar depresión que quienes no están en ella.
“Este estudio muestra que las mujeres en fase perimenopáusica son significativamente más proclives a experimentar depresión que tanto antes como después de esta etapa. Nuestros resultados enfatizan la importancia de hacer conciencia de que hay más vulnerabilidad a la depresión en esta edad”, dijo en un comunicado Roopal Desai, una de las investigadoras.
A los síntomas físicos como periodos anormales, problemas para dormir, sofocos se les pueden sumar sentimientos depresivos de irritabilidad, ansiedad, tristeza, así como no poder disfrutar sus aficiones o actividades favoritas.
A esto se le deben sumar factores que no están relacionados con lo físico, pero que aumentan la presión en esta edad. Entre estas están la demanda del trabajo, el miedo a un despido y a conseguir trabajo nuevamente, así como las expectativas de su vida en pareja.
Además, en algunos casos hay doble rol de cuidador. Las mujeres además de su rol de madre de niños pequeños (dada a una maternidad más tardía) tienen a padres adultos mayores que se vuelven dependientes.
“Es necesario que los sistemas de salud les den a estas mujeres el soporte y lo necesario para tratar sus necesidades de salud mental”, concluyó Desai.
Aunque la depresión puede sobrellevarse sin ayuda profesional, es recomendable buscarla. El Colegio de Profesionales en Psicología de Costa Rica (CPPCR) cuenta con un directorio de profesionales y otro de centros de atención psicológica en los que se puede buscar por zona geográfica.
Si no está dentro de las posibilidades económicas de la persona, hay universidades, asociaciones e iglesias de diferentes denominaciones que brindan este servicio de forma gratuita o subvencionada.