El mercado inmobiliario en una de las ciudades más dinámicas de Estados Unidos sigue en fuerte expansión, lo que ha despertado el interés de inversionistas de diversas partes del mundo, especialmente de Sudamérica. En particular, los inversores peruanos han incrementado notablemente sus compras de propiedades en Miami, atraídos por las oportunidades de diversificación de su patrimonio y la posibilidad de adquirir residencias secundarias.
Gustavo Gálvez, CEO de PFS Realty, señaló a Gestión que la inversión peruana ha aumentado un 30% en el último año. Los compradores están aprovechando las tasas de interés más bajas en Estados Unidos en comparación con Perú.
"Esto ha llevado a muchos inversores a optar por créditos hipotecarios para maximizar su retorno de inversión", afirmó Gálvez.
Una de las razones clave detrás de este aumento en la inversión es la diferencia en las tasas de interés entre Perú y Estados Unidos. Mientras que en Perú las tasas varían entre el 9% y el 10%, en la 'ciudad del sol' se puede acceder a un crédito hipotecario con una tasa anual de aproximadamente 6,99%. Esto no solo representa un ahorro significativo, sino que también permite a los inversores peruanos mejorar su flujo de caja.
La tendencia a la baja de las tasas de interés en el futuro, impulsada por las políticas de la Reserva Federal, también promete mantener el atractivo de este mercado.
Además, las inmobiliarias están adaptándose a las necesidades de los inversionistas, ofreciendo un servicio integral que abarca desde la compra de la propiedad hasta la gestión de inquilinos y administración de la misma.
“El inversionista vive tranquilo en Perú y nosotros nos encargamos de todo”, indicó Gálvez al diario mencionado. Esto facilita a los inversores internacionales la posibilidad de involucrarse en el mercado sin necesidad de estar físicamente presentes.
Para poner en contexto, adquirir una vivienda de US$ 400,000 en Miami implicaría un pago inicial del 40%, es decir, US$ 160,000, seguido de un préstamo de US$ 240,000.
Este tipo de propiedad, que suele tener tres habitaciones y alrededor de 150 m², puede alquilarse por aproximadamente US$ 2,700 al mes, lo que genera un flujo de ingresos interesante que permite cubrir costos y obtener un retorno total de entre el 9% y el 10% anual, gracias a la valorización de la propiedad y los ingresos por alquiler.
El auge del mercado inmobiliario también se extiende al sector comercial, donde la llegada de nuevas empresas ha impulsado el desarrollo de oficinas y locales comerciales. Según Tomás Sulichin, presidente de la división comercial de RelatedISG Realty, Miami ha visto un crecimiento acelerado en este sector, con aproximadamente “176 compañías de las 500 más grandes” de Estados Unidos estableciendo oficinas en la ciudad en los últimos cuatro años, citaron en Gestión.
Este fenómeno no solo aumenta las oportunidades para los inversores, sino que también contribuye a la creación de empleos y a la revitalización de la economía local. La inversión mínima en una pequeña oficina puede comenzar desde los US$ 300.000, lo que sigue siendo accesible para muchos inversionistas de la región.
La dinámica del flujo de inversión en Miami también está influenciada por la inestabilidad política en varios países sudamericanos. “Cuando hay incertidumbre en la política local, muchos inversionistas optan por mover su capital hacia Miami”, observó Sulichin. Esto ha llevado a un crecimiento natural de la inversión proveniente de Sudamérica, donde los inversores se sienten cada vez más cómodos al establecer su presencia en la ciudad.
A pesar del crecimiento del mercado inmobiliario, el alto costo de vida en Miami presenta un desafío considerable para los nuevos residentes, especialmente para la población latina que busca mudarse a la ciudad. Sin embargo, existen barrios donde los precios son más accesibles, ofreciendo opciones viables para aquellos que desean establecerse en la región.
Según GoBankingRates, barrios como Bay Harbor Islands, Coconut Grove, Coral Way, Flagami y Pequeña Habana ofrecen oportunidades atractivas en cuanto a precios de vivienda y alquiler, en ese orden. Por ejemplo, en Pequeña Habana, el precio promedio de una vivienda es de US$ 116,936, y el alquiler mensual ronda los US$ 932, lo que la convierte en una opción asequible para muchos.
La capacidad de acceder a propiedades a precios razonables en estos sectores puede ser la clave para que más latinoamericanos y peruanos se sientan motivados a invertir y establecerse en esta vibrante ciudad, equilibrando los desafíos de costo de vida con las oportunidades de crecimiento personal y profesional.
