Al igual que en la moda, las uñas siguen sus propias tendencias. Hace tiempo que nos dimos cuenta de que llevar unas uñas cuidadas no solo es un detalle, sino que forma parte del 'look' como cualquier otra prenda. Las tendencias en manicura así lo dictan. Y es que unas uñas bonitas también contribuyen a la salud de las manos en general, previniendo el daño en la cutícula y fortaleciendo la estructura de las uñas. Eso es precisamente de lo que vamos a hablar hoy. Y es que la tendencia de manicura brasileña viene fuerte y se trata precisamente de eso, del cuidado de los detalles.
La manicura brasileña destaca por su enfoque detallado y acabado impecable. ¿Pero en qué se diferencia de una manicura tradicional, normal y corriente? Lo que más destaca de esta técnica es su método meticuloso y perfeccionista, enfocándose no solo en el esmaltado de las uñas, sino también en la limpieza profunda de la cutícula. A diferencia de otras técnicas, en la manicura brasileña, se potencia mucho la hidratación, se retira la piel de alrededor de la uña, lo que permite que el esmalte cubra toda la superficie, incluso los bordes. De este modo, parece que tenemos una uña más grande y larga. Además, de un acabado más limpio y duradero. Esto permite que el color llegue hasta el borde de la cutícula, lo que da una apariencia de crecimiento más lento. Pero lo más importante en este tipo de manicura es el paso previo al color e incluso al tratamiento de cutículas.
Se hace una manicura en seco, con la aplicación de unos guantes que contienen principios activos con propiedades hidratantes y regeneradoras. Estos guantes pueden llevar múltiples ingredientes hidratantes y reparadores, pero uno que siempre suele usarse es la queratina. Proporciona suavidad e hidratación a las manos, ayuda en la eliminación de las cutículas y fortalece y repara las uñas. Asegura una mayor duración del esmalte y una aplicación más homogénea. Después, sin retirar el guante, se hace unos cortes en las puntas del guante para sacar los dedos y tratar las cutículas.
Esta es la técnica utilizada y el resultado queda precioso. Ahora bien, eso de arrastrar y cortar las cutículas no es lo más recomendable, según los expertos. Cuando la piel que rodea las uñas se traumatiza al morderse o al recortarse las cutículas, pueden entrar bacterias u hongos en la herida. Esto puede provocar infecciones. Dicho queda.