El pasado 10 de julio, Aurora Contreras, a nombre de otros adultos mayores de la localidad artemiseña de Alquízar, denunció aquí que el recién inaugurado centro de recreación y bar Insomnia, justo en la azotea del círculo social, les impide conciliar el sueño los fines de semana.
«De viernes a domingo, decía, las funciones en esa terraza bajo las estrellas comienzan a las 12 de la noche con unos equipos que emanan ruidos, efectos y música de no sabemos cuántos decibeles; además de un animador de una voz intensa y con un gran micrófono que no nos permite descansar».
La invasión sonora, añadía, se alarga hasta cerca de las cinco de la mañana en ocasiones, tiene actividades de rifa y la llamada fiesta del semáforo; para molestia de más de 500 núcleos familiares vecinos, que deben esperar por Insomnia para dormir, si es que lo logran.
«Ya no podemos más y esto es algo que todos escuchan, decía. No se implanta una disciplina. Somos del criterio de que disfrute el lugar quien paga y lo visita, pero no que el pueblo entero esté despierto».
Aurora indicaba que de ello se ha notificado a las autoridades locales, quienes de más lejos o más cerca escuchan, pero no existe un cambio: cada semana es mayor el escándalo. ¿Se ha evaluado o regulado la música en decibeles para ese centro nocturno? ¿Por qué no se han establecido horarios?, preguntaba.
Agregaba que ese local siempre ha sido cabaré y ha cumplido otras funciones asociadas a la recreación, pero nunca había molestado tanto. No obviaba que la juventud debe tener opciones de esparcimiento, pero con regulación en su disciplina.
Esta historia ha sido de las de mayor impacto en esta columna en los últimos tiempos, al punto de que ha concitado 74 comentarios en nuestra página web, en su gran mayoría solidarios con el ansia de respeto y paz de la remitente.
Al respecto, responde Nilda Hernández González, jefa del Departamento Independiente de Atención a la Población del Gobierno Provincial de Artemisa, que para atender la queja publicada, se creó un grupo de trabajo indicado por el Gobernador, e integrado por ella, y representaciones provinciales de Cultura, Comercio y Trabajo, así como por representantes de instituciones municipales que integran la Comisión de Recreación y de Enfrentamiento.
Señala que cuando fue publicado el caso aquí, no se había recibido en el municipio ninguna queja, aparte de que hacía muy poco tiempo que esos jóvenes habían emprendido su negocio. Añade que no pudieron entrevistar a la denunciante, pues no se pudo localizar esa persona en el municipio. Y tampoco hay evidencias, según entrevista al delegado de la circunscripción, de que los electores hayan tenido alguna molestia al respecto.
No obstante, dice, se analizaron los aspectos expuestos y se aprobaron medidas que deben cumplir los administradores del lugar para poder continuar ofertando recreación, pues es cierto que han incumplido con el horario establecido para el cierre de las actividades, y no estaban presentando las actividades que realizarían en el lugar.
«Todo ello, precisa, fue analizado con los administradores del lugar, explicándoles lo que pueden o no hacer. Fueron colaborativos y dispuestos a organizar todo lo que sea necesario, planteando que abrieron hace poco el lugar y que tendrán que ir aprendiendo poco a poco.
«Se está monitoreando por las vías establecidas y se comprobó que ya este fin de semana trabajaron acorde con lo indicado, con la actuación de La Colmenita, y tuvo muy buen público y aceptación. Todo fue tranquilo y sin ningún tipo de problemas.
«Se acordó el horario y los decibeles que pueden utilizar, no solo ellos sino los demás centros que existen en el territorio también: de viernes para sábado hasta las 2:00 a.m., de sábado para domingo hasta las 3:00 a.m. y de domingo para lunes hasta las 12 de la noche. Y a partir de esos horarios música de ambientación.
«También se evaluó que es necesario que los municipios cuenten con lugares de recreación para los públicos, alegría, distracción, entretenimiento, cosas imprescindibles sobre todo para la juventud. Conclusión: queda solucionado, con razón en parte. Y no se pudo notificar a la promovente, por no poder localizarla», concluye.
Agradezco la respuesta, y llama la atención que no figure la participación del Citma e Higiene y Epidemiología en el grupo de trabajo, siendo instituciones claves para un criterio científicamente fundamentado sobre la contaminación sonora.
Aunque Aurora Contreras no haya aparecido, e incluso si fuese alguien escondido en ese nombre quien hizo la denuncia, no por ello deja de ser un alerta para un emprendimiento que funciona a cielo abierto, sin insonorización.
Ojalá que los jóvenes administradores de ese proyecto sean consecuentes y mantengan una permanente «imsomnia» por no quebrar la paz y el sueño de sus vecinos.
