El presidente de Bolivia, Luis Arce, acusó al exmandatario Evo Morales de orquestar un intento de golpe de Estado mediante marchas y bloqueos viales. Morales, líder cocalero, ha convocado manifestaciones en respuesta a la crisis de combustibles, lo que, según Arce, busca desestabilizar su gobierno.
En un mensaje televisado, Arce señaló que Morales intenta acortar su mandato para imponer su candidatura presidencial en las elecciones de 2025 "por las buenas o por las malas".
El conflicto entre Luis Arce y Evo Morales ha escalado en las últimas semanas. El actual presidente denunció que Morales está utilizando las movilizaciones populares para generar caos en el país y preparar el terreno para su candidatura. "Nos estás amenazando (...) con paros y bloqueos, porque quieres hacer lo que la Constitución del Estado no te permite: volver a habilitarte como candidato", afirmó Arce durante su discurso.
El exmandatario, que gobernó Bolivia entre 2006 y 2019, ha convocado a sus seguidores a realizar una marcha a partir del martes desde la localidad de Caracollo. Esta movilización tiene como objetivo reclamar la situación económica y la falta de combustibles. Sin embargo, Arce advirtió que estas acciones buscan interrumpir el mandato de su gobierno y desestabilizar al país, con un claro objetivo de instaurar nuevamente a Morales en el poder.
Desde que Luis Arce asumió la presidencia en 2020, la relación con su exaliado Evo Morales ha sido tensa. Morales ha estado preparando su regreso a la política activa, lo que ha generado una división dentro del Movimiento al Socialismo (MAS). Según Arce, Morales ha intentado constantemente sabotear su administración para presentarse como una figura salvadora que podría "gobernar otros 14 años o más".
Las recientes movilizaciones lideradas por sectores afines a Morales, como los indígenas aimaras conocidos como ponchos rojos, han intensificado la crisis. Estos grupos decidieron bloquear las rutas que conectan a La Paz con el resto del país, exigiendo la renuncia de Arce y del vicepresidente David Choquehuanca, a quienes acusan de dividir las organizaciones sociales.
En respuesta a las acusaciones de Arce, Evo Morales utilizó sus redes sociales para rechazar las afirmaciones del presidente, calificándolas de "desesperadas" y "confundidas". Según Morales, el discurso de Arce solo busca manipular la opinión pública y culparlo de la crisis actual. “El presidente Arce no solo está desesperado, sino también confundido”, expresó Morales en un mensaje publicado en su cuenta de Twitter.
Además, Morales aseguró que él no es el convocante de las marchas y bloqueos, sino que se trata de la reacción del pueblo ante un gobierno que, según sus palabras, ha sido ineficiente frente a los problemas económicos y sociales de Bolivia. “Es la respuesta de un pueblo cansado de un gobierno inconsciente, que ha mantenido un silencio absoluto frente a la crisis, la corrupción y la destrucción de la estabilidad que alcanzamos durante el proceso de cambio”, agregó.
El enfrentamiento entre Arce y Morales refleja una división interna en el partido MAS, que podría tener consecuencias serias para la estabilidad política de Bolivia. Los seguidores de Evo Morales han planteado la posibilidad de proponerlo como candidato único para las elecciones de 2025, mientras que el sector leal a Arce busca renovar la dirección del partido y evitar la candidatura de Morales.
Este conflicto entre los dos líderes ha generado incertidumbre sobre el futuro político del país, especialmente en un contexto de crisis económica, escasez de dólares y combustibles. Las movilizaciones convocadas para los próximos días podrían aumentar la tensión y la polarización dentro de la sociedad boliviana.
Ante la convocatoria de marchas y bloqueos por parte de sectores afines a Morales, Arce ha advertido sobre las posibles repercusiones de estas acciones. “Nos estás amenazando con un intento de golpe de Estado contra un gobierno popular”, afirmó el presidente en su mensaje, responsabilizando directamente a Evo Morales de las consecuencias que estas manifestaciones puedan traer al país.
Bolivia se encuentra en una encrucijada política, donde el enfrentamiento entre dos figuras claves de su reciente historia podría desencadenar un nuevo ciclo de inestabilidad.
