Revancha sin paliativos del Barça en su visita a Montilivi. Tras las dos derrotas ante el Girona del curso pasado, el conjunto azulgrana tomó buena nota y asestó una espectacular goleada (1-4) para mantener el pleno de victorias en LaLiga y seguir liderando con total autoridad el campeonato. Un espectacular Lamine Yamal, autor de un doblete en la primera mitad, fue el encargado de encarrilar la victoria y Olmo y Pedri se unieron a la fiesta para sellar un triunfo que confirma las buenas sensaciones mostradas por el equipo de Hansi Flick en este inicio de temporada. El veterano Stuani solo pudo maquillar el marcador en el tramo final para los locales.
Cuando una fórmula funciona no hay que tocarla y Flick repitió el mismo once de la última goleada ante el Real Valladolid. Ter Stegen estuvo escoltado en defensa por Koundé, Cubarsí, Iñigo y Balde y Casadó, como pivote, acompañó a Pedri y Olmo en la medular. Arriba, el tridente de moda con Lamine Yamal, Raphinha y Lewandowski, que se convirtió en centenario como azulgrana. Por su parte, Míchel no pudo contar con Oriol Romeu por la ‘cláusula del miedo’ en su cesión ni con un Yangel Herrera todavía con molestias. La plaza en la media del Girona la ocupó el colombiano Jhon Solís. El resto del once fue el esperado, con mucha pólvora arriba con Bryan Gil y Danjuma por bandas y el exazulgrana Abel Ruiz y Tsygankov como dupla más adelantada.
El recuerdo de las dos victorias del curso pasado estaba muy presente en los aficionados del Girona y eso se hizo notar en el ambiente de un Montilivi lleno hasta la bandera. Pese al empuje local, el Barça tenía claro el plan de partido y empezó a imponer su dominio a través de la posesión. Lamine Yamal avisó con un remate que atajó sin problemas Gazzaniga y después fue Lewandowski el que lo intentó con un cabezazo a la salida de un córner que tuvo el mismo resultado. Pasado el primer cuarto de hora llegó el primer remate del Girona, pero Ter Stegen respondió sin apuros al tiro lejano de Miguel Gutiérrez.
Pasaban los minutos y la igualdad crecía en Montilivi, pero a la media hora apareció Lamine Yamal para dinamitar el partido. Primero le robó la cartera a David López, blando en la salida de balón, y no perdonó con un chut bien colocado ante la presencia de Gazzaniga y después recogió un balón suelto dentro del área para hacer su doblete con un remate ajustado al poste. 0-2 y partido encarrilado para el Barça.
Sin embargo, el Girona no había dicho la última palabra antes del descanso. Ter Stegen se lució con un paradón a tiro de Bryan Gil a bocajarro y después Muñiz Ruiz pitó un penalti por manos de Iñigo que fue anulado tras la revisión del VAR. El colegiado estimó que el balón venía rebotado de Balde y rectificó su decisión para indignación de la afición del Girona, que despidió al colegiado con una sonora pitada en el descanso.
El Barça no quería dar pie a posibles sorpresas y en la primera acción de peligro de la reanudación llegó la hora de Dani Olmo. El mediapunta, con poco brillo en la primera mitad, se inventó un golazo con un remate escorado para firmar el 0-3. Tercer gol en tres partidos del de Terrassa como culé y la sensación de que era la pieza que faltaba en el engranaje de Flick. El tanto de Olmo fue un jarro de agua fría para el Girona y Míchel decidió cambiar a los extremos Bryan Gil y Danjuma para dar entrada a Portu y Asprilla, que jugó en la mediapunta y devolvió a Tsygankov a su banda derecha habitual.
Pese a las sustituciones, el Barça no bajó el pie del acelerador. Lewandowski pudo hacer el cuarto tras una gran jugada colectiva que no resolvió bien. Flick dio entrada a un ovacionado Eric por Olmo y Héctor Fort tuvo los primeros minutos del curso en lugar de Cubarsí, provocando que Koundé jugara los últimos minutos del duelo como central. El dominio azulgrana era más que evidente y Pedri fue el encargado de ampliar la goleada tras recibir una asistencia deliciosa de Casadó. Jaque mate y festival del Barça. Todavía quedaba poco menos de media hora para el final y Flick siguió dosificando a su plantilla con vistas al estreno de Champions del jueves ante el Mónaco. Pedri y Lewandowski dejaron su lugar a Pau Víctor y Ferran, que fue expulsado con roja directa por una entrada a destiempo sobre Asprilla. Por su parte, Míchel también dio un respiro a Tsygankov y Abel Ruiz para el debut europeo contra el PSG y sacó a Van de Beek y Stuani. El veterano uruguayo demostró lo que es el ‘orgull gironí’ para hacer el gol del honor y dar una pequeña alegría a los seguidores locales antes del final.
La contundente victoria del Barça en Montilivi refuerza la dinámica positiva de los azulgrana tras la llegada de Hansi Flick y es una nueva inyección de moral de cara a la visita a Mónaco. Hay ganas de Champions y este Barça sigue intratable.
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