La archicofradía de la Vera-Cruz de Córdoba acaba de incorporar a su patrimonio un templete que servirá para realzar más la veneración que ofrece al Lignum Crucis , al fragmento de la cruz del Señor que conserva , pero también al Santísimo Sacramento. La corporación del Domingo de Ramos ya cuenta con la pieza, realizada en caoba y plata por el orfebre cordobés Manuel Valera en estilo barroco y tiene simbología eucarística , porque la Vera-Cruz es una hermandad sacramental. Así, abundan las espigas y hojas de vid que hacen referencia al pan y el vino consagrados como cuerpo y sangre de Cristo. También hay broches con piedras verdes , que es el color de la Vera Cruz. La obra, todavía sin terminar, está coronada por un baldaquino a modo de cimborrio , con columnas salomónicas, que cobija una cruz dorada. Es la representación de la Santa Vera Cruz, titular de la hermandad, y a la que ahora se dedican los cultos anuales, coincidiendo con la fiesta de la Exaltación de la Cruz . La cofradía continuará enriqueciendo esta pieza en el futuro. La veneración al árbol santo se hace patente en la vida de la cofradía de la Vera-Cruz de muchas formas. Para empezar, en su cruz de guía, que no es insignia, sino titular , y por eso cuando sale del templo se toca el himno nacional, igual que con los pasos del Señor del os Reyes y de la Virgen del Dulce Nombre . Además, desde hace unos años, la cofradía cuenta con un Lignum Crucis, que va en el cortejo del Domingo de Ramos portado, como es preceptivo por un sacerdote. En los últimos tiempos se ha contribuido a enriquecer el patrimonio con piezas como un rostrillo para mostrarlo mejor. Además, en los mismos cultos de estos días se estrena la primera fase de un nuevo dosel , que se irá completando en los años posteriores, y que servirá para dar más solemnidad a estas jornadas. Por el momento se ve el frontal , a la espera de contar con la parte tallada.
