Luka Modric es uno de los jugadores de fútbol más talentosos y respetados de su generación y ha tenido una carrera excepcional que lo ha llevado a ser una estrella mundial. Sin embargo, el camino hacia la cima fue difícil. Detrás de su éxito hay una historia de perseverancia y sacrificio, y una familia que tuvo un papel importante en su crecimiento personal y profesional.
El padre de Luka, Stipe Modric, tiene un papel importante en su vida como jugador de fútbol. Antes de la guerra, trabajó como técnico en la fábrica de ropa "Obrovac", que empleó a muchas personas en la región. No obstante, la familia Modric experimentó un cambio significativo en su vida con el inicio de la Guerra de los Balcanes en 1991.
Stipe fue forzado a unirse al ejército croata para proteger a su nación durante la guerra por la independencia. Durante este tiempo, Luka y su familia tuvieron que abandonar su hogar en Modric, un pequeño pueblo cercano a Zadar, debido a los bombardeos constantes. Stipe siempre trató de proteger y dar estabilidad a su familia en la medida de lo posible, a pesar de las circunstancias.
Luka ha visto en Stipe un ejemplo de resiliencia. A lo largo de su vida, le enseñó la importancia de mantenerse fuerte cuando las cosas son difíciles. La carrera de Luka ha dependido de esta fortaleza emocional, ya que ha logrado superar desafíos tanto dentro como fuera del campo de fútbol.
Antes de la guerra, la madre de Luka, Radojka Dopuđ, también trabajó en la fábrica de ropa "Obrovac". Su esposo y ella tuvieron que hacer sacrificios para mantener a la familia unida. Radojka, que se presenta como una mujer fuerte y compasiva, ayudó mucho a Luka y sus hermanos durante la guerra.
Aunque las cosas fueran difíciles, Radojka siempre se aseguró de que Luka mantuviera su amor por el fútbol. Incluso cuando la familia vivía en un hotel para refugiados en Zadar en condiciones difíciles, ella lo llevó a sus primeros entrenamientos y lo animó a seguir jugando. A pesar de la lucha por la supervivencia de la familia, Radojka nunca permitió que las dificultades arruinaran los sueños de su hijo.
La guerra terminó gradualmente y la familia Modric empezó a reconstruir su vida. Radojka continuó siendo una figura estable y motivadora para Luka a pesar de las consecuencias del conflicto. Luka pudo concentrarse en su crecimiento futbolístico gracias a su apoyo incondicional, lo que finalmente lo llevó a destacar en el equipo juvenil del club NK Zadar.
Luka Modric no es el único hijo de Stipe y Radojka no es el único. Siempre ha estado cerca de sus dos hermanas, Dora y Jasmina. La familia Modric sufrió mucho durante la guerra, pero su unidad y apoyo mutuo les ayudaron a superar las dificultades.
Luka ha tenido un fuerte vínculo familiar a lo largo de su vida. Incluso después de convertirse en un jugador de fútbol destacado, Luka ha mantenido una estrecha conexión con sus progenitores, quienes lo visitan con frecuencia en España, donde juega para el Real Madrid. Luka siempre ha sido un hombre de familia a pesar de su éxito, reconociendo el papel importante que han jugado sus padres en su vida.
Luka Modric ahora tiene su propia familia. Tiene un matrimonio con Vanja Bosnic y comparten tres hijos: Ivano, Ema y Sofía. Luka ha demostrado ser un padre cariñoso y dedicado al igual que sus padres, y en varias ocasiones ha hablado sobre lo importante que es criar a sus hijos en un entorno estable y amoroso, valores que aprendió de Stipe y Radojka.
