El equipo norteamericano terminó la primera jornada de la Solheim Cup con una ventaja de 6 a 2, igualando su mejor récord que databa de 1990, en la primera edición de esta competición bienal. Y es que el equipo local impuso su ritmo desde los «foursomes» de la mañana, cuando se adjudicaron tres de los cuatro enfrentamientos celebrados en el campo de Robert Trent Jones, en el estado de Virginia. De hecho, la pareja formada por Allisen Corpuz y Nelly Korda se convirtió en la primera estadounidense en ganar tres partidos consecutivos como compañeras de «foursomes», con una victoria por 3 y 2 sobre Esther Henseleit y Charley Hull , poniendo el primer punto en el marcador para las norteamericanas. Idéntico resultado obtuvo la pareja formada por la heroína local y debutante en la competición, Lauren Coughlin , emparejada con Rose Zhang . Así las cosas, con un 2-0 en el marcador llegó el punto para el bando europeo gracias al tándem de Emily Pedersen y Maja Stark, aunque fue necesario llegar al hoyo 18 para dilucidarlo. La derrota más dolorosa llegó con el cuarto enfrentamiento, en el que la española Carlota Ciganda no pudo brillar junto a Linn Grant y, tras empatar a sus rivales en el hoyo 2, siguieron a remolque todo el partido para un resultado final de 3 y 2 y un 3-1 en el marcador global. Ya por la tarde, bajo la modalidad de «fourballs», las norteamericanas se mostraron intratables en los «greens» y la personificación de ello fue la número uno del mundo, la estadounidense Nelly Korda, que con un espectacular «eagle» y junto a Megan Khang se impuso por 6 y 4 a las experimentadas Georgia Hall y Leona Maguire . El segundo choque en finalizar cayó del bando europeo y por la mayor diferencia del día, como único consuelo. Con un resultado de 6 y 5 se impusieron Anna Nordqvist y Madelene Sagstrom a Allison Lee y Lexi Thompson , quien se mostró muy emocionada al estar disputando su última Solheim, dado que anunció su retirada por sorpresa para final de temporada a los veintinueve años. La pareja de Andrea Lee y Rose Zhang logró otro punto para las locales por 5 y 4 y ya solo quedaba en juego el partido formado por las «rookies» Lauren Coughlin y Sarah Schmelzel. Con un desparpajo impropio de su juventud liquidaron la contienda en el hoyo 16 y lo hicieron con un «putt» imposible de la jugadora del estado de Virginia, Coughlin, frente a las europeas Pedersen y Stark. Las debutantes se convirtieron en piezas clave para la capitana americana, ya que sumaron todos los puntos en los que participaron y pusieron el definitivo 6-2 en el marcador del viernes. De cara a la segunda jornada se espera la necesaria reacción del conjunto europeo, que llegó a Estados Unidos con el propósito de sumar su cuarto triunfo consecutivo. La historia parece del lado de las locales, pero esto es la Solheim Cup y todo puede pasar.
