La sola evocación de la palabra «Chicago» es capaz de sugerir múltiples escenarios: la ciudad del jazz, el legendario territorio de los gánsteres, el lugar donde nacieron los rascacielos, etc. Y es que Chicago es una vibrante y fascinante unión de cultura, historia y arquitectura, sin olvidar que resulta una magnífica puerta de entrada al atractivo país norteamericano que está en la lista de muchos viajeros, Estados Unidos.
Lo cierto es que viajar a Chicago es una opción perfecta para una escapada, y si además se aprovechan las suaves temperaturas de finales de verano y el inicio del otoño, es una oportunidad única de recorrer sus calles y disfrutar de los diversos eventos y festivales que la urbe ofrece en esta época.
Sobre los festivales es preciso hacer un inciso, y es que dentro de 15 días tiene lugar uno de los que más destacan, el famoso Chicago Gourmet, celebrado en la Azotea del Teatro Harris del Millennium Park. Aquí, los amantes de la gastronomía pueden deleitarse con lo mejor de la cocina local e internacional. A su vez, el ambiente otoñal que empieza a envolver la ciudad añade un encanto especial a los parques y zonas verdes, que se convierten en el refugio ideal para desconectar y disfrutar del entorno.
Como es sabido, Chicago es famosa por su imponente arquitectura y su aspecto cultural. En lo primero sobresale el mirador más alto de los Estados Unidos y uno de los puntos más icónicos de la ciudad: la skydeck de la Torre Willis. Desde allí, las vistas panorámicas de la ciudad y de sus majestuosos rascacielos, así como las del lago Míchigan, son simplemente espectaculares.
En el aspecto cultural, el Instituto de Arte de Chicago es un tesoro imperdible. Considerado uno de los museos más importantes del mundo, alberga una colección que abarca más de 5000 años de arte internacional, con obras maestras como «American Gothic» de Grant Wood o «Tarde de domingo en la isla de la Grande Jatte» de Seurat. Por estas y muchas más obras se antoja como una visita ineludible para los amantes del arte.
Otro lugar imprescindible es el ya mencionado Millennium Park, hogar de la emblemática escultura «Cloud Gate», más conocida como «The Bean». Esta obra de arte refleja de manera mágica la ciudad y permite a los visitantes interactuar mientras capturan fotografías únicas como recuerdo. Sin duda, es uno de los rincones más instagrameables de este destino. Además, el parque ofrece jardines, fuentes y espacios al aire libre donde se realizan conciertos, obras de teatro y otros eventos culturales gratuitos, lo que lo convierte en un epicentro de la vida cultural chicaguense.
Por otro lado, Chicago tiene también rincones menos concurridos que ofrecen una experiencia relajada. El Museo de Fotografía Contemporánea, por ejemplo, es un espacio cultural que no siempre figura en las guías más populares, pero que si se dispone de tiempo vale la pena visitar. Otro sitio interesante para ver es el Garfield Park Conservatory, un invernadero que alberga una asombrosa variedad de plantas tropicales y flores exóticas. En este oasis verde en medio de la ciudad, es fácil desconectarse del bullicio urbano mientras se pasea entre sus jardines internos.
Además, el Riverwalk de Chicago es una excelente opción para quienes desean disfrutar de la belleza del río mientras caminan tranquilamente. A lo largo de este paseo ribereño, hay restaurantes, arte al aire libre y vistas increíbles de la ciudad desde una perspectiva diferente, más cercana al agua. Para quienes buscan una experiencia aún más única, un paseo en kayak por el río Chicago es una actividad muy popular. Remar entre los rascacielos ofrece una perspectiva completamente diferente y es una forma divertida de combinar ejercicio con turismo. También pueden realizarse tours en barco.
Para los amantes de la naturaleza, Lincoln Park es una parada obligatoria. Situado a orillas del lago Míchigan, este vasto parque es el lugar perfecto para relajarse y disfrutar de la naturaleza sin alejarse demasiado de la ciudad. Dentro del parque también se encuentra el Lincoln Park Zoo, uno de los zoológicos más antiguos de Estados Unidos y de entrada gratuita.
Y dos recomendaciones más para los más golosos. El restaurante Lou Michell’s, famoso por sus deliciosos pancakes, y la pastelería Hoosier Mama Pie Company, cuyas tartas caseras son el acompañamiento ideal para endulzar el viaje a Chicago.
Si el viaje a Chicago se alarga por varios días, una excursión a Galena, situada a poco más de dos horas y media en coche, resulta muy recomendable, y es que se ha ganado por derecho propio el título de uno de los destinos con más encanto del estado. Como apunte curioso, hay que destacar que más de un 85% de sus edificios están incluidos en el Registro Nacional de Lugares Históricos.
Conocido por su arquitectura del siglo XIX, mansiones de película y sus comercios de antaño, este pintoresco destino, aún muy lejos de la masificación turística, ofrece un ambiente muy acogedor, ideal para quienes buscan una experiencia tranquila.
En Galena es posible disfrutar de diversas actividades como visitas a bodegas, encantadoras posadas, jugar al golf en exclusivos campos o disfrutar de idílicos paseos en globo aerostático, pudiendo ver desde las alturas las colinas y los bellos valles que rodean Galena y el condado de Jo Daviess. Además, la ciudad es especialmente popular en otoño, cuando estos parajes se llenan de colores cálidos, ofreciendo un espectáculo visual incomparable y de gran belleza. No hay duda de que Galena resulta una elección acertada para quienes desean explorar un lado más apacible y rural de Illinois, lejos del bullicio de Chicago.
Ya sea disfrutando de su vibrante escena urbana o explorando sus bonitos alrededores, Chicago y lugares como Galena invitan a desconectar y descubrir la auténtica esencia de Estados Unidos. Anímese, prepare las maletas ¡y ponga rumbo a esta interesante ciudad!