Kiev. Vladimir Putin advirtió este jueves que permitir a Ucrania utilizar armamento occidental de largo alcance contra objetivos en Rusia implicaría que la Organización del Tratado Atlántico Norte (OTAN) “está en guerra con Rusia”.
Esa decisión “cambiaría de manera significativa la naturaleza misma del conflicto” y “significaría que los países de la OTAN, Estados Unidos y las naciones europeas, estarían en guerra con Rusia”, declaró Putin a un periodista de la televisión estatal.
“En ese caso (...), tomaremos las decisiones apropiadas según las amenazas que enfrentemos”, afirmó.
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Ucrania, enfrentada desde febrero de 2022 a una invasión rusa, solicita flexibilizar las restricciones para el uso de los misiles británicos Storm Shadow y estadounidenses ATACMS, que tienen un alcance de cientos de kilómetros y permitirían atacar centros logísticos y aeródromos desde donde despegan bombarderos rusos.
El jefe de la diplomacia estadounidense, Antony Blinken, discutió este jueves en Polonia, un país miembro de la OTAN, los pedidos de ayuda militar de Ucrania. Blinken prometió el miércoles en Kiev tratar “con urgencia” esos reclamos e indicó que el tema será discutido el viernes en Washington por el presidente Joe Biden y el primer ministro británico, Keir Starmer.
El ejército ruso informó poco antes de las declaraciones de Putin que recuperó “diez localidades en dos días” en la región fronteriza de Kursk, donde las tropas ucranianas lanzaron una incursión el mes pasado que sorprendió a Moscú.
Ucrania asegura que sus fuerzas recuperaron unas cien localidades y cerca de 1.300 km² de territorio ruso desde que comenzó la incursión a principios de agosto.
El presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, confirmó la contraofensiva, aunque afirmó que la respuesta de Moscú “se ajusta al plan” de su país, sin proporcionar más detalles. Zelenski también criticó los “retrasos” de sus aliados en responder a sus pedidos.
Hasta el momento, Estados Unidos no permitió a Kiev atacar con armas de largo alcance objetivos en Rusia, por temor a una escalada en el conflicto.
“Si es necesario, nos adaptaremos, especialmente en lo que respecta a los medios con los que cuenta Ucrania para defenderse eficazmente contra la agresión rusa”, declaró Blinken en Varsovia.
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La incursión ucraniana no redujo la presión de las tropas rusas en el este de Ucrania, que se acercan cada vez más a la ciudad de Pokrovsk, un centro logístico clave en la cuenca del Donbás.
Zelenski informó que un ataque ruso en la zona mató el jueves a tres ucranianos que viajaban en vehículos del Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR). Además, acusó a Rusia de atacar un barco que transportaba trigo hacia Egipto en el mar Negro.
La alcaldía de Pokrovsk indicó que la cercanía de los combates obligó a cortar el suministro de agua en esa ciudad, que contaba con 53.000 habitantes antes de la guerra. El gobernador de Donetsk, Vadim Filashkin, reportó la destrucción del sistema de suministro de gas.
“Cada día que pasa, hay menos tiendas abiertas en Pokrovsk y las condiciones de vida son cada vez más difíciles”, advirtió Filashkin en Telegram.
“La situación no mejorará en el corto plazo”, agregó la alcaldía, que solicitó nuevamente la evacuación de los habitantes.
