Un controvertido suceso ocurrió en México, exactamente en la escuela secundaria estatal Profesor José Santos Valdez Nueva, ubicada en la colonia Valle Verde, en Durango. Los docentes de esta institución protagonizaron la destrucción de celulares decomisados a los estudiantes. El hecho fue difundido por la propia escuela a través de su página de Facebook, generando una ola de reacciones en las redes sociales.
Las imágenes que mostraban a y otros objetos decomisados rápidamente causaron indignación entre los usuarios de redes sociales, no obstante, la misma fueron publicadas por la propia institución educativa.
El lunes 9 de septiembre, la página oficial de la escuela en Facebook compartió una serie de imágenes relacionadas con los honores a la bandera que se llevaron a cabo ese día, además de otros mensajes dirigidos a la comunidad educativa. Sin embargo, lo que más llamó la atención de los usuarios fueron las imágenes de los docentes destruyendo teléfonos celulares pertenecientes a los estudiantes.
Según la publicación, los celulares fueron decomisados debido a que los alumnos infringieron las normas de la institución, que prohíben el uso de dispositivos móviles dentro del plantel. Esto generó controversia debido a la severidad de la medida y la forma en que fue llevada a cabo.
Las fotografías publicadas mostraban a los docentes utilizando un martillo para destruir los celulares y, posteriormente, quemándolos con gasolina. "También llevamos a cabo la quema y destrucción de artículos decomisados que se encuentran prohibidos en el reglamento escolar", indicó Hilda Patricia Ortega, directora de la escuela, en la publicación que posteriormente fue borrada de la red social.
La secundaria Estatal José Santos Valdez Nueva se justificó ante la polémica afirmando que "todos los padres de familia aceptaron y dieron su consentimiento", refiriéndose a la aprobación del manual de convivencia al inicio del ciclo escolar, según indicó el medio El Tiempo. En el incidente no solo se destruyeron celulares, gorras, marcadores y desodorantes, que fueron considerados prohibidos por la institución.
El caso rápidamente se volvió viral en redes sociales, generando debate sobre la proporcionalidad de las sanciones. Algunos usuarios argumentan que la medida fue excesiva, señalando que podría ser vista como un acto de violencia simbólica hacia los estudiantes.
De acuerdo al medio Milenio, quien contactó a Carlos Ramírez, presidente de la Asociación de Padres de Familia, los padres declararon estar en desacuerdo con la medida tomada por la institución. "La verdad es que también los reprobamos a todas luces (…). No es una prohibición, es una regulación de aparatos electrónicos,", indicó Ramírez.
Hasta el momento, ni las autoridades locales ni la Secretaría de Educación Pública (SEP) emitieron un pronunciamiento oficial respecto a la situación. Horas después de que las imágenes del incidente se viralizaran en redes sociales, la escuela eliminó la publicación de su página de Facebook.
