Adrian Newey es el hombre que todos querían. Sobre todo, Ferrari, quien quería al mejor ingeniero de la historia de la F1 para que les llevara de nuevo hacia los títulos tras muchos años de sequía y con la oportunidad de que Hamilton lograra el récord de 8 títulos mundiales de F1 vestido de rojo.
Pero Adrian se decidió por Aston Martin y por cumplir uno de sus deseos: trabajar junto a Fernando Alonso. Seguir leyendo...